Por el cielo y más allá

Teleférico de Madrid

Este plan, que es un planazo, lo tenía pendiente con mi hija. Cuando uno vive en su ciudad pasa de repente a omitir un montón de propuestas que son realmente muy singulares. “Ya lo haré, vivo aquí, cualquier día me puedo apuntar…” y así hasta que hace poco decidimos que era una gran idea para pasar una mañana.

Para ir con peques es genial. Yo ya le expliqué que era como un tren mágico que iba por el cielo y que se podía ver un palacio, una catedral, una gran iglesia, un bosque casi como el de Rapunzel… En fin, nada como añadir un poco de aventura a un plan que para ir en familia es simplemente muy bonito.

Llegar al paseo del Pintor Rosales es tarea fácil. Una vez ahí puedes comprar en taquilla el billete de ida y vuelta, que cuesta  5,60 € por persona. La emoción de subir a uno de los vagones voladores fue grandísima, y poder enseñarle que íbamos pasando por encima del parque del Oeste y de la Rosaleda, sobre las ermitas de San Antonio de la Florida… ¡Descubriendo Madrid desde arriba! Como decía mi hija: “Ahora soy yo la alta, ¿a que sí?”.

Y luego viene una parte preciosa, cuando el Teleférico se adentra en la Casa de Campo, y de nuevo nuestro cielo… ese cielo tan maravilloso de Madrid. No es tarea difícil ir creando historias desde la altura cuando uno tiene estas impresionantes vistas.

Desde el Teleférico la ciudad se ve diferente. Por un lado el Madrid antiguo, el templo egipcio de Debod, los rascacielos de la plaza de España, el famoso Pirulí de Torrespaña, el Palacio Real con los jardines del Campo del Moro a sus pies, la catedral de la Almudena, la iglesia de San Francisco el Grande con su gran cúpula. Y, por otro, el Madrid más moderno, el del complejo de las Cuatro Torres y el Faro de Moncloa. ¡Que vuestras historias y aventuras sean tan geniales como fueron las nuestras! ¡Buen vuelo!