Torrijas de Semana Santa

Torrijas. Horno de San Onofre

Esta vez os voy a proponer una ruta que os va a dejar muy buen sabor de boca. Los golosos estáis de suerte porque, con la llegada de la Semana Santa, los escaparates de las pastelerías, panaderías y hornos de Madrid se muestran de lo más apetecibles. Huevos de chocolate cada vez más originales y monas de Pascua intentan competir año tras año, sin conseguirlo, con el dulce por excelencia de estas fiestas: las torrijas. Un postre que en Madrid es todo un emblema.

Y si no, ¿cómo se explica que haya un bar en pleno centro que se llame La Casa de las Torrijas? Si no lo conocéis os animo a que lo busquéis cerca de la Puerta del Sol. Es una taberna de las de toda la vida, con cierto aire castizo, en la que las torrijas se pueden tomar durante todo el año. Acompañadas, eso sí, de un vinito dulce. De la misma manera, y también con flexibilidad en el calendario, se pueden tomar en otro local con solera, El Anciano Rey de los Vinos, frente al Palacio Real.

Como seguro que todos sabéis, las torrijas son rebanadas de pan bañadas en leche que se rebozan en huevo, se fríen y se aderezan después con azúcar y canela e incluso con miel y almíbar, según los gustos de quien las prepare. Pero a lo mejor lo que desconocéis es que la primera referencia escrita de este riquísimo dulce se remonta al siglo XV. Entonces, se ofrecía a las parturientas ya que se creía que actuaba como reconstituyente. Su vinculación a la Semana Santa se debe, quizás, al aprovechamiento del pan que sobraba durante los días de vigilia.

Tostas de torrijas. Pastelería Nunos

No hace falta decir que las mejores torrijas son las que hace uno en casa. Pero para aquellos que prefieran que se las den ya hechas, Madrid cuenta con muchas direcciones imprescindibles. Para mí es todo un clásico acercarme hasta el Horno de San Onofre y comprar una de cada, ya que las hacen con leche y con vino, una variante también muy extendida.

Pero hay muchos más sitios: El Riojano, La Santiaguesa, Viena Capellanes, Vait, que las tiene rellenas (de té negro, de arroz con leche)… Y el más moderno de todos: Nunos, en la calle de Narváez, muy cerca del Retiro. José Fernández, maestro pastelero, las prepara con todo aquello que encuentra a mano. Este año, sus torrijas parecen auténticas tapas, ya que están acompañadas de falsos huevos de chocolate blanco y crema de limón, de espaguetis cocidos en almíbar con queso y vainilla… ¡Toda una tentación!