Así imaginó el arquitecto Ventur Rodríguez la fuente de Cibeles allá por el siglo XVIII.

Así imaginó el arquitecto Ventur Rodríguez la fuente de Cibeles allá por el siglo XVIII.

Estoy convencida de que mucha gente ha quedado ya el sábado por la noche en la plaza de Cibeles. Si el Real Madrid consigue su 12ª Copa de Europa frente a la Juventus de Turín serán miles los aficionados que acudan a celebrar el triunfo de su equipo junto a la fuente más famosa de la ciudad, hasta la que también llegarán los jugadores directos desde Cardiff. Pero, además de ser punto de reunión de madridistas, ¿qué sabemos de la fuente de Cibeles? ¿Quién fue su autor? En Conde Duque nos lo cuentan.

Quizás muchos solo sepan que Ventura Rodríguez es una estación de Metro. Pues bajémonos en ella… Tras un breve paseo alcanzaremos el Centro Cultural Conde Duque, que ha tenido la estupenda idea de celebrar con una preciosa exposición el 300 aniversario del nacimiento del que fuera Arquitecto Maestro Mayor de Obras de Madrid y de sus fuentes y viajes de agua allá por el siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III. El cargo en cuestión, además de rimbombante, era muy importante: todas las iniciativas constructoras y ordenativas de la Villa estaban bajo su control. Es decir, él era el encargado de realizar los informes de valoración gracias a los cuales se otorgaban o no las licencias municipales para hacer una obra.

Boceto con el que Ventura Rodríguez se presentó al concurso para hacer la Puerta de Alcalá.

Boceto con el que Ventura Rodríguez se presentó al concurso para hacer la Puerta de Alcalá.

La exposición se divide en tres partes. La primera está dedicada a los trabajos que realizó para la Corona, instituciones varias y también para particulares. De aquí lo que más me ha llamado la atención son los bocetos con los que Ventura Rodríguez, gran dibujante, se presentó al concurso que dirimiría qué arquitecto construiría la Puerta de Alcalá. No ganó, todos sabemos que fue Sabatini, pero resulta curioso averiguar cómo hubiera sido el monumento si hubiera resultado él vencedor. En el Madrid que nunca fue tiene un puesto de honor esta puerta, de la que presentó cinco variantes, todas con cinco vanos: tres de medio punto en el centro para carruajes, y dos adintelados menores en los extremos para peatones.

La siguiente sección de la muestra está dedicada a sus trabajos como Arquitecto y Fontanero Mayor de Madrid, fundamentales para entender el crecimiento que en aquellos años tuvo la ciudad. Ventura Rodríguez no solo tuvo que preocuparse de lo que se veía, también de lo que no, es decir, del sistema de canalización de las aguas y, por tanto, de su eficacia. Pero, sin duda, lo que más gustará al público que visite la exposición será la última parte, la que se centra en la construcción, por expreso deseo de Carlos III, del paseo del Prado. El monarca quería unificar y dar forma a sus tres tramos -los prados de Recoletos, San Jerónimo y Atocha- mediante la plantación de árboles, la canalización del arroyo que los recorría y la inclusión de fuentes. Ventura Rodríguez pensó en tres: una dedicada a Apolo, dios del Sol, otra a Neptuno, dios del mar, y otra a Cibeles, diosa de la Tierra. El conjunto se completaba con la que después sería conocida como fuente de la Alcachofa de Atocha -hoy en el parque de El Retiro, aunque hay una copia en bronce en Atocha-, que, en realidad, estaba dedicada a Tritón, el hijo de Neptuno que calma las olas y las tempestades. Hasta ese momento ninguna ciudad, salvo Roma, tenía en sus calles fuentes o monumentos dedicados a los dioses clásicos, que en Madrid sirvieron no solo para engalanar la ciudad, también para demostrar el poderío y buen hacer del rey y su gobierno.

Y, por fin, el dibujo de la fuente de Neptuno que puede verse en la exposición.

Y, por fin, el dibujo de la fuente de Neptuno que puede verse en la exposición.

Resulta realmente emocionante ver los bocetos que Ventura Rodríguez hizo para estas fuentes. Precioso el dibujo de la Cibeles, con su carro tirado por dos leones igualito que el de verdad, y precioso también el de la de Neptuno, con una vista cenital en la que se aprecia la base del monumento que, en realidad, es una gran concha. Del arquitecto se exponen varios apuntes además del propio Neptuno, al que dibujó una y otra vez perfilando detalles. Algo que me hace pensar que si hubiera vivido unos cuantos siglos más Ventura Rodríguez hubiera sido del Atleti. Al final de la muestra, un mapa señala todos los edificios que este gran maestro dejó en la ciudad de Madrid y, atención, también los que ideó pero no pudo hacer, como por ejemplo, el Hospital General, hoy Museo Reina Sofía, y la basílica de San Francisco el Grande, ambas obras ejecutadas por uno de sus grandes rivales y favorito del rey, Francesco Sabatini. Si os interesa el tema, debéis saber que hay visitas guiadas a la exposición (gratuitas y sin inscripción previa) todos los viernes a las 19:00 h, sábados a las 12:00 y 19:00 h y domingos a las 11:30 y 12:30 h. ¡Aún tenéis tiempo! La muestra permanece abierta hasta el 23 de julio.

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