La paternidad del hot dog, o perrito callejero, no está aún muy clara. Alemanes y americanos se disputan la invención del mayor representante de la street food que vuelve a estar de moda en Madrid. Además de ser un imprescindible en bares y locales de comida rápida, muchos cocineros están convirtiendo el universal bocadillo de salchicha en un bocado gourmet.
En un pequeño local de la calle Pérez Galdós, haciendo esquina con la calle Fuencarral, se encuentra It Dogs, un templo de los perritos calientes. Su propietaria, Lupe, los ha llevado a la categoría de gourmet. Excelentes panes, salchichas de calidad, toppings originales y salsas exquisitas son las bases de estos nuevos perritos creativos. Cada uno tiene nombre de una raza canina, como el Galgo (2,50 euros), el de toda la vida, que se sirve con mostaza y ketchup o, si se prefiere, con mayonesa; el Caniche se hace con pan francés y lleva mostaza de Dijon, Brie y cebolla caramelizada (4,50 euros); o el de estilo alemán, el Snautzer (4 euros), que lleva chucrut, pepinillos, cebolla crujiente y aceto balsámico. También los encuentras en su food truck en MadrEat.
Perro Bar acaba de abrir en el Gourmet Experience de El Corte Inglés de Callao (ocupando el lugar de Chifa Boteco), una barra que combina las cervezas La Virgen y una carta de perritos firmados por el chef Estanis Carenzo (Sudestada). Encontrarás cuatro perritos diferentes elaborados con pan de cerveza negra (la hacen ellos) y la salchicha bockwurst, en el Desnudo y en el Clásico, o la Frankfurter para El Verde, con aguacate, y el Francés, con queso brie fundido, cebolla caramelizada y boletus… riquísimo. También hay opción vegetariana y sin gluten.
En la selección de perritos especiales aparece el Gran Perro, que se sirve en pan de hamburguesa (también casera) y lleva butifarra a la plancha, queso emmental, bacon, cebolla, tomate y lechuga, muy, muy sabroso (mi preferido, sin duda); el Perro Vampiro, con pan de hamburguesa, butifarra, queso emmental, bacon, frijoles, aguacate, nata y totopos (nachos caseros) y el Sate Johnny Boy, creado con pan de cerveza negra, salchicha casera de cordero, encurtidos, cebolla frita, tomate y mayonesa de ajo negro, un perrito dedicado a Johnny, cocinero de StreetXO. Además, tienes que probar las patatas Callejón, grandes gajos fritos con piel para tomar con salsas (si te gusta el picante, adelante con la de chipotle), o en su versión Salchipapas, acompañadas de butifarra a la plancha y cubiertas de queso. De su bocadillo de calamares hablaré en un próximo post con más versiones del bocata más castizo.
Mucho antes de que Ikea llegara a España, los dueños de Estocolmo Bar (La Palma, 72) trajeron a Malasaña sus perritos al estilo sueco, con todos los ingredientes importados de los países nórdicos: salchichas danesas, hamburguesas suecas (frikadelas) y pitas vegetarianas. Los perritos se sirven con el pan tostado y un toque picante en sus salsas. En esta perritotaberna, como se autonominan, puedes comer o cenar por unos 10 euros y los perritos se pueden acompañar con una cerveza y rematar con un rico cóctel, su otra especialidad.
El hasta ahora reconocido como inventor del hot dog, un carnicero alemán al que se le ocurrió meter en un bollo de pan una salchicha alemana y venderlo en un carrrito, fue Charles Feltman. Esto sucedió en Nueva York aproximadamente en 1867. Durante su primer año vendió 3.684 hot dogs y acabó levantando un imperio. Los perritos Feltman’s están en Madrid (Sevilla, 2), con todo su look newyorkino, donde se despachan perritos con pan horneado a diario, salchichas ahumadas, cebolla frita, chucrut, bacon, queso cheddar y salsas americanas para acompañar. ¿Y los precios? Desde 5 euros.
También se recrea el típico ambiente americano de diner de los 50’s, con el suelo de damero en blanco y negro, en Chicago Hot Dogs. Aquí se despachan ricos perritos a buen precio y con un horario apto para hambrientos a mitad de la noche (abre hasta las 7 de la mañana en Corredera Alta de San Pablo, 2 y Alberto Figueroa, 15). Vienen bien cargados de toppings, hay versiones vegetarianas y están muy buenos. Tienen carritos ambulantes para eventos, y seguro que te has encontrado con alguno de ellos en los festivales de verano.
En la terraza de Punk Bach tiene un perrito que se ha ganado un puesto de honor entre las sugerencias. Iñaki Rodaballo ha ideado un perrito muy especial. Su sencilla apariencia esconde un gran sabor. Y eso se debe a los ingredientes: salchicha de panceta y magro de cerdo que llega directamente de la Charcutería Thate de Bilbao, una institución en la elaboración artesana de embutidos alemanes desde 1932. Su aroma ahumado y el sabor son una delicia. El pan también es especial, tipo brioche. Se acompaña de cebolla pochada y la salsa de carne artesana PunkBach, con el queso, ketchup y mostaza aparte.
Todos los platos de la carta de La Gabinoteca tienen su punto. Es un lugar de cocina informal, moderna, donde le han dado un aire divertido a platos tradicionales creando versiones con mucho gancho como su ya famoso potito de huevo. El hot dog ideado por Nino Redruello no se queda atrás en originalidad y sabor. Su perrito con pedigrí lleva una salchicha casera, hecha con mezcla de carnes picadas (cerdo, ternera y tocino) y cocinada a baja temperatura, y se presenta en una caja de cartón cubierto de cebolla crujiente y salsas de tomate y mostaza (o al gusto).