Frente a las grandes cadenas comerciales, las librerías de Chueca y Malasaña indagan entre las editorales especializadas y alternativas para ofrecernos su particular visión del mundo, acorde con la personalidad de sus vecinos.
La librería Pérez Galdos es la más antigua del barrio de Chueca. Fundada en 1942 por los descendientes del escritor, ofrece «libros agotados y novedades», como rezan unos azulejos sobre su escaparate en la calle de Hortaleza. Siempre que he buscado un título olvidado he venido con la esperanza de encontrarlo. Con la misma intención que yo, cada comienzo de curso los estudiantes acuden a la calle de los Libreros, perpendicular a la Gran Vía y con varios negocios centrados en la venta de libros de texto, educativos y técnicos (también los descatalogados); todo un clásico en la parte baja de Malasaña, donde además se encuentran algunas de las tiendas de cómics más veternas de la ciudad, como Elektra, Madrid Cómics y Generación X.
Más joven y ya cerca de la Plaza del Dos de Mayo, La Tarde Libros se dedica sin embargo a algo que parece antiguo: aventura y novela negra de segunda mano, que suele exponer en una mesita a la puerta, como también hace Arrebato Libros. Esta otra pequeña librería es hoy uno de los lugares imprescindibles para los lectores de poesía: desde que abriera en 2004 ha ofrecido lo más curioso de este género (incluidas ediciones artesanales) y clásicos difíciles de encontrar. Además cuenta con un importante fondo de lance. Pero si lo que te gusta es el cuento, no dejes de acercarte a otra librería vecina cuyo nombre lo toma del relato de Carver: Tres Rosas amarillas. Muy cerca de allí Tipos Infames es el típico lugar en el que siempre está pasando algo: cuando uno decide cambiar de calle para no caer otra vez rendido frente a sus anaqueles, al día siguiente descubre que justo a esa hora se estaba presentando el libro que lleva varios meses esperando. Tal vez esto pase siempre porque además de buena literatura ofrece buenos vinos.
A medio camino entre Malasaña y Chueca, los que estén cansados de tanta letra tienen su refugio en Panta Rhei, especializada en libros ilustrados. Presta mucha atención porque hay títulos que sólo se encuentran aquí. Siempre que estoy por la zona me acerco a la sala de exposiciones de la planta baja y en la que más de una vez me he llevado buenas sorpresas. Y sorprendente también es A punto, centro cultural del gusto, con una extraordinaria selección de libros de gastronomía. Aunque si de verdad quieres saber lo que este barrio ha significado para la ciudad tienes que acercarte a Berkana que, además de ser la primera librería especializada en temática gay/lésbica, tiene una cuidada selección de títulos, en la que no faltan ensayos y clásicos.