No se puede hablar de cócteles en Madrid sin nombrar al Museo Chicote, un lugar mítico de la Gran Vía. Pero el gusto por las copas bien preparadas ha tomado la capital y ahora hay decenas de buenas barras donde la coctelera no para de agitarse. Hay que dejarse aconsejar por los bartenders y descubrir nuevas mezclas más allá del mojito… ¿Nos tomamos un cóctel veraniego?
Pedro Chicote fue el barman del Hotel Ritz y en 1931 abrió su propio bar, en el número 12 de Gran Vía. Los personajes más populares y glamurosos de cada época han atravesado su puerta giratoria y puedes verlos en las fotos que decoran las paredes de ese salón que permanece (casi) como el primer día. Su carta Summer Cocktails está llena de color, como el Orange Summer o el Lago Azul.
También el azul del mar se ha colado este verano en las copas que el barman Chema Insausti ha creado en una línea inspirada en aguas lejanas y exóticas, como el mar Caspio, pero también en las del Mediterráneo, con una mezcla de Fino La Ina, lavanda, azahar y zumo de naranja coronada por una refrescante montaña de hielo pilé. Una original recreación de uno de los cócteles más famosos de Perico Chicote, su Andaluza.
Diego Cabrera es uno de los ‘culpables’ del boom de la coctelería en Madrid. Este argentino viajado por medio mundo ha traído a la ciudad su peculiar forma de interpretar la mixología y ha regentado las barras más punteras. Su última aventura es Taüer Food & Drink, en Aravaca, es un espacio con aires british, elegante y muy chic. Dos recomendaciones de su carta de verano: el picante Yellow Chili y el refrescante Taüer Gin.
Tomarte una copa en la terraza del Hotel Urban este verano es un planazo. Vistas impresionantes, la siempre idílica compañía de su piscina exterior y la posibilidad de probar cócteles tan exclusivos como el Bloody Mary cristalino.Sí, sí, este que preparan Óscar Durán y José Manuel Castaño en las alturas no es rojo pero mantiene todo el sabor a tomate del tradicional gracias a una innovadora técnica que extrae la esencia de verduras, hortalizas y frutas. Si vas los miércoles y viernes tendrás música Dj en directo.
Igual que sorprende la carta del restaurante Beker 6, con elegantes elaboraciones de cócina clásica, aires franceses, raíces armenias y una materia prima impecable, sus cócteles siguen esta misma línea. Jenniffer se encarga de preparar las copas de una carta muy extensa dividida en Clásicos, los Mocktails libres de alcohol, Smoothis, Zumos y hasta 11 versiones del Bloody Mary. Para el verano han seleccionado Los 6 de Beker 6 (por 9 euros), con cócteles entre los que vas a encontrar su natural, fresca y divertida Caipiriña servida… ¡en bolsa!
En Punk Bach, la brasserie del paseo de la Castellana, 74, la cocina de Iñaki Rodaballo se complemente con una gran coctelería. Adrián Shob, su bartender, es finalista de la World Class Competition y el local ha sido galardonado con un Coaster Award, lo que le convierte en una de las 10 mejores coctelerías del país. ¿Y qué hay que pedir en la terraza del Punk? Puedes elegir entre 9 Punk Movies, 6 Punk Creations, 16 cócteles clásicos y el mítico cóctel Punk Bach, elaborado a base de ron Zacaba 23, licor de chocolate blanco Mozart, zumo de piña y de lima. Pero, para el verano, pide el Tom Tonic, una mezcla a base de ginebra, zumo de limón natural y tónica que se sirve en vaso long drink con una tónica entera para hacerlo más ligero y refrescante.
Los cielos de Madrid y el skyline de sus rascacielos se disfrutan en verano de una manera muy especial desde el Cielo de Urrechu, y mucho mejor con alguno de sus combinados. La colección de cócteles pone el broche perfecto a una cena de la cocina de Iñigo Urrechu, pero también puedes elegirlo para ir a tomar una copa (prueba el daiquiri de fresa) y escuchar buena música: los jueves de agosto, bossa nova, y los viernes y sábados, Dj en directo.
Cada verano, el Hotel The Westin Palace Madrid abre su bar efímero con el diseño de un artista. Carmen Pousa firma esta temporada el Ikebana Wild Garden, un ambiente relajado y minimalista, como un jardín japonés a gran escala para disfrutar de un cóctel o un buen gin-tonic. Para los que prefieran una opción sin alcohol, Fernando Sáenz Duarte, el maestro heladero, ha diseñado dos cócteles con sus artesanales y deliciosos helados de naranja Salustiana y limón murciano. También un cóctel súper vitaminado con zanahoria, jengibre, naranja, cúrcuma y piña. El precio, 12 euros.
Para probar el último cóctel, nos vamos a Mama Framboise. Y es que el chef pastelero Alejandro Montes no para quieto y para el verano ha creado el afertwork dulce, o lo que es lo mismo, 5 cócteles para 5 bocados dulces: Mmojito de hierbabuena con macaron de mojito, granizado de frambuesa y toque de vino con mini tartaleta de chocolate con frambuesa, granizado de lima limón y hierbabuena con mini tartaleta de limón, granizado tropical de champagne con macaron de pasión y, por último, granizado de fresa y nata con mini tartaleta de chocolate. ¡Oído golosos!