Por todos es sabido que Madrid es una ciudad llena de secretos. De calles estrechas con sorpresas en su interior, paseos que no te esperas y noches que siempre deslumbran. Esos secretos escondidos también llegan a las lista de shopping. Son muchas las tiendas que no se ven a simple vista y que guardan en su interior maravillas dignas de ser descubiertas.
Nadie se espera al pasear por la calle de San Lucas, en Chueca, que dentro de lo que parece un garaje se encuentra este oasis eco en el que sentarse a tomar un respiro. Se trata de un mercado de productos 100% orgánicos así como un restaurante. Todo es ecológico, libre de pesticidas y respetuoso con el medio ambiente. Y con las personas. Podemos encontrar productos lácteos, aceites, chocolate, panes, bollería, conservas, bebidas o cereales tanto en su sección de autoservicio como en los puestos del mercado. En su luminoso patio, decorado con plantas, podemos disfrutar de su cantina ecológica y reponer fuerzas.
¿Es una tienda, es una casa, es un showroom? Es todo eso y mucho más. En pleno corazón de Chueca, en el segundo derecha del número 26 de la calle Libertad, se abre este espacio dedicado a la decoración nórdica. Sus creadores quisieron mostrar de una forma diferente su trabajo y los objetos que les acompañan, en el contexto íntimo de una casa. En ella podrás ver (y comprar) los objetos exhibidos acompañados y explicados por los creadores de este singular espacio.
Sin salir de Chueca, en la calle Pelayo, nos encontramos con uno de los edificios más bonitos del barrio. Si nos fijamos, en el bajo, tras de sus ventanas de cristal y madera, toda la creatividad de Cecilia y Andrea dan origen a Rita von, una de las firmas de tocados más conocidas por todas las fashion victims. Plumas, telas, velos, pedrería y lo que se nos ocurra se dan cita en esta pequeña tienda artesanal donde podemos encontrar el modelo que necesitemos para nuestra boda, fiesta o esa cena tan especial.
Nos movemos de barrio, esta vez nos vamos a Malasaña, dónde si no. Paseamos por la Corredera Baja de San Pablo, epicentro creativo del barrio y pasamos por delante de lo que parece una galería de diseño de mobiliario donde el estilo retro-futurista es el protagonista. Metal, cristal, bombillas. Pero sólo lo parece, cuando nos adentramos en ella, en la trasera, descubrimos un local completamente diferente, ideal para tomar algo y charlar o para empezar la noche de los fines de semana, ya que solo abre de jueves a domingo. Un antiguo taller de costura transformado en local de moda.
También hay zapatos escondidos… y es que lo bueno siempre cuesta un poco de encontrar. Este es el caso de dos firmas de calzado imprescindibles, una la más famosa y televisiva, Manolo Blahnik, en la calle Serrano 58, tan exclusiva que no se ve a simple vista sino que hay que entrar en uno de los patios, antiguas caballerizas, de los edificios del Barrio de Salamanca. En otro de esos patios interiores, encontramos Suela, en la calle Goya 17. La firma nació en 2003 como un concepto de zapatería para la mujer que huye de los convencionalismos de las grandes cadenas. Está especializada en zapatos para las apasionadas de la moda, bolsos, bandoleras y carteras de fabricación española.