Luis Pastor, vallecano y cantautor

Categoría: Diversión 18 enero 2017

Este 2017 hace cuarenta y un años de su segundo disco Vallecas, un álbum que, con temas como Vengan a ver o Vamos juntos ponía al emigrante extremeño en una senda de canción, poesía y compromiso social que ya no habría de abandonar nunca. Tanto que este sábado 21 en el Centro Cultural Paco Rabal de su amado Vallecas, Luis Pastor presenta, acompañado por la Orquesta Athanor, el espectáculo En esta esquina del tiempo, basado en poemas de José Saramago que el cantante musicalizó recurriendo a ritmos portugueses y canarios, con conocimiento y satisfacción del escritor.

De extracción obrera y vocación precoz de cantor, Luis recuerda que “aquel disco fue para el que hundió mis raíces en aquel barrio, como tantos emigrantes que tuvimos que empezar aquí de cero. Por eso, el valor que le doy es especial. La canción política venia de la Universidad. Sin embargo, yo era de los pocos que era obrero, que provenía del barrio. Muchos de aquellos chicos de Vallecas fuimos capaces de inventar una forma de vida con nuestras canciones”. Una vida marcada por “la necesidad de echar raíces. Si no hubiera caído en ese barrio, hubiese sido en otro periférico en el que me hubiera topado con los mismos curas obreros que nos ayudaron a aquella generación de emigrantes, abriéndonos sus casas y sus corazones”. Porque con esa ayuda llegó el conocimiento de la realidad circundante: “De pronto el lenguaje y el mensaje nos ayudaron como seres humanos a formarnos, a creer en nosotros, a adquirir conocimientos y capacidad crítica, a transformar la realidad de aquel barrio sin asfalto, ni luces en la calles. Aquel no era Madrid, sino el Madrid del futuro, porque nos disponíamos a ir en pos de una vida digna”.

Luis Pastor se recuerda cantante desde siempre: “Cantaba desde niño siempre que tenía oportunidad. Con siete años, cuando iba a buscar a mi padre para la comida o el profesor me ponía a cantar delante de todo el mundo… Después he aprendido a ser un cantante que no era. Felizmente he encontrado mi manera de cantar, mi forma propia de decir las cosas y me siento a gusto tarareándome”. Para él no es concebible la canción sin compromiso social: “Son opciones personales que van más allá de la propia creación. Quizá no hagas letras comprometidas, pero con tu actitud vital también te puedes prestar a ser solidario. En mi caso, soy lo que aprendí en aquella época. Siento la necesidad de realizar análisis críticos, de introducir en mis canciones siempre un poema, una realidad social». Aquella canción social que puso banda sonora al final de la dictadura no gozó, sin embargo, del beneplácito de la industria musical en la democracia: “De alguna manera nos hemos tenido que volver autogestionarios porque las casas de discos nos habían abandonado. Así que hemos aprovechado el propio cambio de la cultura musical y la democratización a la hora de grabar en casa con un ordenador. La vieja guardia nos vimos obligados a adelantar una realidad: el hacértelo tu todo. De algún modo somos pioneros, aunque no sepamos usar la tecnología o las redes sociales tanto como los jóvenes”.

Sin embargo, esas redes sociales le dieron una gran sorpresa. Hace seis años aparecía en la redes recitando un poema propio, ¿Qué fue de los cantautores?, y la respuesta fue brutal: 400.000 visualizaciones en youtube: “Me sigue sorprendiendo. Fue un suceso ya hace seis años, pero esta semana pasada en el portal Spanish Revolution han sido un millón y medio más los que lo han visto. Entre ellos, mucha gente que no me conocía y ahora me busca. Me sorprende y me alegra, porque para mí supone triunfar como poeta. De hecho, estoy escribiendo mis memorias en verso”.

Luis dibuja su presente como profesional de la canción con trazo plácido: “Yo soy hombre tranquilo, que no usa reloj, que tiene la suerte de vivir de lo que le gusta desde los 20 años. Que siente que no ha trabajado nunca, porque esto para mi no es un trabajo. Así que voy a seguir cantando si tengo voz y el escenario me sigue gustando. Siempre que tenga la capacidad de disfrutar de lo que hago, seguiré cantando. Soy un cantarín y un ser musical”. Un cantautor con todas las letras y siempre ligado a Madrid: “Hay muchos Madrid, no uno solo. Hasta el año 80 no nos hacía falta salir de Madrid para divertirnos. Un barrio como Vallecas asumía todas las necesidades de ocio, cultura y diversión que teníamos: teatro, música, charangas… Madrid es una ciudad abierta a todas las propuestas y realidades de la gente, venga de donde venga”. Aunque su Vallecas sigue trazando su mapa vital: “Es verdad que el público vallecano me da un trato especial por esa historia que tenemos en común. Un cariño por ese cantante que hizo del barrio su bandera”. Cientos han sido sus actuaciones en la capital: “Todas peldaños que he ido subiendo. La última que recuerdo con cariño fue la presentación de mi disco Nesta esquina do tempo con José Saramago recitando y Camen Pagés bailando”. Esas canciones volverán a sonar este sábado en el Centro Cultural Paco Rabal de Vallecas: “Grandola Vila Morena, el repertorio de Saramago, mi disco Flor de jara… «.

ESTE ES EL MADRID DE LUIS PASTOR

La Fidula, el bar que llevan Dani y su chica y que en este último año ha ido a la caza de los jóvenes cantautores de toda España.

Patacón Pisao, restaurante  colombiano entre Delicias y la espalda de Atocha.

La plaza de la Cebada, donde se juntan los hippies los domingos por la mañana a recitar y cantar.

El Cerro del Tío Pío, también llamado Parque de las Siete Tetas; el planetario de las puestas de sol de Madrid.

La librería Muga, de la calle plablo Neruda, al lado de la Asamblea. Allí h hay recitales, presentaciones y gente encantadora.

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