Todos los festivos y domingos por la mañana tienes una cita imprescindible en El Rastro, el mercado más antiguo de Madrid.

Todos los festivos y domingos por la mañana tienes una cita imprescindible en El Rastro.

Mucho antes de que Joaquín Sabina acudiera cada domingo a comprar carricoches de miga de pan y soldaditos de lata, El Rastro ya existía. Para Ramón Gómez de la Serna era “un sitio ameno y dramático, irrisible y grave” propio de los suburbios de toda ciudad. Para Galdós, una «academia del despojo social», por la que a Jacinta, protagonista de una de sus novelas más famosas, le costaba abrirse paso: “El suelo, intransitable, ponía obstáculos sin fin, pilas de cántaros y vasijas ante los pies del gentío presuroso, y la vibración de los adoquines al paso de los carros parecía haber bailar a personas y cacharros”. El Rastro es “un Museo del Prado puesto del revés”, que diría el cronista Luis Carandell, un lugar que desde el siglo XVIII hasta nuestros días es uno de los rincones más genuinos del viejo Madrid.

La gente va y viene entre los puestos de El Rastro, uno de los sitios favoritos de los madrileños.

La gente va y viene entre los puestos de El Rastro, uno de los sitios favoritos de los madrileños.

¿Nos damos una vuelta? A nuestro paso aparecerán puestos con ropa de segunda mano, libros antiguos, muebles, cacharros, alguna que otra joya rescatada del baúl de la abuela, juguetes de hojalata, cómics y muchas, muchas, pequeñas cosas. La cita es los domingos por la mañana, y también los festivos, aunque la mayor parte de las tiendas de anticuarios y almonedas que rodean El Rastro abren durante toda la semana. Pero situémonos primero. El mercado al aire libre más famoso de Madrid se extiende entre los barrios de La Latina y Lavapiés, en torno a la plaza de Cascorro, con su estatua dedicada a Eloy Gonzalo, y la ribera de Curtidores, cuyo nombre hace referencia a las tenerías -talleres donde se trabajaban y curtían las pieles- que proliferaron debido a la proximidad de los diferentes mataderos instalados sucesivamente en la zona desde el siglo XV. De ahí la nomenclatura del propio mercado: la palabra rastro hace referencia a los restos de sangre que dejaban en la calle las reses, ya muertas, cuando salían del matadero.

Cuadros, pero también ropa, libros, objetos de decoración… En El Rastro se puede conseguir cualquier cosa.

Cuadros, pero también ropa, libros, objetos de decoración… En El Rastro se puede conseguir cualquier cosa.

Correajes, zapatos y productos derivados del sebo, como las velas, fueron los primeros productos que comenzaron a venderse en el barrio, en el que ya, a finales del siglo XVIII, fueron apareciendo vendedores de productos comestibles, herramientas, trastos de todo tipo e incluso objetos robados. Decía Francisco Umbral que el que llega a Madrid solo tiene que hacer dos cosas: organizarse en el Prado y desorganizarse en El Rastro. A nosotros nos gustan las dos opciones, pero, para quienes se quieran apuntar a la segunda, una recomendación: comprar, sí, pero también acabar la jornada tomando unas cañas, o un vermú, en cualquiera de los bares y tabernas de La Latina.

En el Mercado del Juguete hay siempre esperando ¡cientos de Playmobil! Perfecto para coleccionistas.

En el Mercado del Juguete hay siempre esperando ¡cientos de Playmobil! Perfecto para coleccionistas.

Aunque es el más antiguo y célebre El Rastro no es el único mercado que existe en Madrid. Os diré mi favorito: el Mercado del Juguete que tiene lugar el primer sábado de cada mes en el Centro Comercial La Ermita, junto a Madrid Río, entre las 10:00 y las 14:00 h. Para todos aquellos que fuisteis a la EGB es una gozada, un auténtico viaje por el túnel del tiempo donde podréis hacer justicia histórica y conseguir ese barco pirata de Playmobil que nunca os trajeron los Reyes Magos o alguna Nancy rubia original. Tranquilos hay más días para curiosear entre Legos, Barriguitas, figuras de Star Wars, juegos de mesa y demás: el tercer sábado de mes el mismo mercado se traslada al Centro Comercial Plaza de Aluche durante todo el día.

El Museo del Ferrocarril acoge cada mes el Mercado de Motores. ¡Hay tantas cosas que comprar!

El Museo del Ferrocarril acoge cada mes el Mercado de Motores. ¡Hay tantas cosas que comprar!

También el primer sábado de mes el Museo del Ferrocarril acoge un mercadillo parecido, de 10:00 a 20:00 h (precio entrada: 2,50 €), bajo el nombre de La Estación. Feria de Juguetes y Cómics. Juguetes de hojalata y de construcción, figuras de acción y muñecas de ayer y hoy comparten protagonismo con álbumes de cromos y tebeos de esos que leíamos cuando éramos pequeños. El segundo fin de semana de mes tienes, también en el Museo, otra cita más si eres shopping-adicto: el Mercado de Motores, el más cool de Madrid según nos explican sus organizadores. No es para menos. Aquí hay sitio para vendedores profesionales y también para particulares. Los primeros solo pueden ofrecer en sus puestos objetos creativos que no hayan sido producidos en serie (ropa, joyas, objetos de papelería y decoración…), y los segundo solo artículos de segunda mano. O lo que es lo mismo: en sus puestos podrás encontrar desde bicicletas vintage a letreros luminosos, cuadros, muebles… Y, de paso, degustar un tentempié, algo que siempre se agradece entre compra y compra, y escuchar la mejor música en directo. ¿Alguien se apunta?

Verduras, hortalizas, frutas, quesos artesanos… En el Día de Mercado todos los productos son de la Comunidad de M

Verduras, hortalizas, frutas, quesos artesanos… En el Día de Mercado todos los productos son de la Comunidad de Madrid.

Si os gustan, como a mí, los mercados gastronómicos, y sobre todo, los productos de temporada, tampoco podéis faltar al Día de Mercado que organiza la Cámara Agraria los primeros sábados de mes (de 10:00 a 15:00 h), en el recinto ferial de la Casa de Campo. Todo un planazo, porque, además de comprar verduras y hortalizas de las huertas de localidades como Villa del Prado, Aranjuez o San Martín de la Vega, también es posible dar un paseo y comer lo que hayáis comprado en torno al lago. Encontraréis de todo y todo bueno: miel y quesos artesanos, vinos de Madrid, carne de Guadarrama, aceites. Cada sábado se presenta alguna novedad. Una de las que podréis disfrutar el día 4 es la que nos trae la empresa Viking Band de Ajalvir, que presenta al gran público su hidromiel. ¿Y eso qué es? Pues la primera bebida alcohólica fermentada que consumió el ser humano hace a miles años, hecha a base de miel y agua. Una bebida precursora de la cerveza, de sabor dulce, pero no empalagosa, y apta para celíacos. Hay que probarla.

En MadrEat market puedes pasar un día muy divertido comiendo en food trucks.

En MadrEat market puedes pasar un día muy divertido comiendo en food trucks.

Otro mercado que nos ayuda a aprender buenos hábitos alimentarios es Madrid Productores, que tiene lugar en Matadero Madrid el último fin de semana de mes, aunque, atención, este mes de febrero, la cita es los días 18 y 19. Actualmente es el mayor espacio de exposición, venta y degustación de productos de alimentación artesanos y ecológicos de la Comunidad de Madrid. ¿Lo mejor? El área de degustación y tapeo, ideal a la hora del aperitivo. Muy similar es el Mercado de la Buena Vida, también el segundo fin de semana de cada mes, en la céntrica plaza de Santa Ana, y algo un poco más atrevido el MadrEat Market, en la zona de AZCA, que es también un mercado gastronómico, pero con food tracks que ofrecen comida de aquí y de allá, desde tortilla de patata a perritos calientes, pizzas o bocatas de calamares. Suele ser el tercer fin de semana de mes, aunque depende mucho de las inclemencias meteorológicas.

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