Miradores de Madrid

Categoría: Diversión 6 abril 2017
Vistas desde el Mirador Madrid, en el Palacio de Cibeles

Vistas desde el Mirador Madrid, en el Palacio de Cibeles

Si hay algo que hacemos todos cuando salimos de viaje es buscar un lugar para obtener las mejores vistas de la ciudad que hayamos elegido para nuestras vacaciones. No podemos evitarlo: nos gustan las terrazas de los hoteles, los bares instalados en azoteas, los ascensores con paredes de cristal, las torres… No hay vértigo si de lo que se trata es de conseguir una panorámica diferente para hacer la foto que nos devolverá con la imaginación a ese destino cuando hayamos vuelto a casa.

Mirador Madrid

Mirador Madrid

Si nunca has estado en Madrid, ya puedes ir sacando el mapa para marcar con una cruz esos sitios que no te puedes perder. El primero de ellos es el Mirador Madrid, en el Palacio de Cibeles, ese precioso edificio con aires de catedral, obra de Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, que se alza poderoso frente a la famosa fuente. En su interior tiene su sede CentroCentro, que tiene como objetivo fomentar, a través de sus actividades (exposiciones, conciertos…), la reflexión sobre la vida y la cultura urbanas contemporáneas. Además, es punto de información para todos aquellos que quieran recorrer el Paseo del Arte.

Un suculento bocado con vistas a la plaza en el restaurante Palacio Cibeles

Un suculento bocado con vistas a la plaza en el restaurante Palacio Cibeles

CentroCentro cuenta con una cafetería, Colección Cibeles, y un restaurante, Palacio Cibeles, en la sexta planta, desde el que las vistas ya son impactantes. Pero, para conseguir la mejor panorámica, tendrás que subir dos pisos más, ya que es en la octava donde se encuentra el mirador, a 70 metros de altura, que acaba de reabrir sus puertas tras una pequeña rehabilitación. Desde él se ve todo el centro de la ciudad y el barrio de Salamanca… ¡No te lo puedes perder!

Azotea del Círculo de Bellas Artes

Azotea del Círculo de Bellas Artes

Otro edificio de Antonio Palacios es el Círculo de Bellas Artes, en la calle de Alcalá. Os recomiendo que toméis algo en su Pecera, la cafetería acristalada de la planta baja, y que veáis alguna de sus exposiciones. Después, llegará el turno de subir a la azotea, que cuenta con una de las más espectaculares vistas de Madrid, una perspectiva inigualable del entramado urbano de la ciudad, con los edificios de la calle de Alcalá y de la Gran Vía tan cerca… Para acceder a ella existe un ascensor con puertas de cristal en su última planta, que desde el vestíbulo permite el acceso directo a este privilegiado espacio. Situada a 56 metros de altura, está coronada por la escultura de  Minerva, una pieza en bronce que representa a la diosa romana de la sabiduría y del arte, emblema del Círculo. Pero aún hay más… en la azotea hay un restaurante, el Tartan Roof, donde puedes comer, cenar y tomar un cóctel con las mejores vistas.

Faro de Moncloa

Faro de Moncloa

Son 92 metros los que recorre el ascensor acristalado que transporta a los visitantes hasta el gran mirador del Faro de Moncloa, que emerge en el corazón de la Ciudad Universitaria de Madrid. Se trata de una antigua torre de iluminación de 110 metros de altura construida en 1992, año en que la ciudad fue designada Capital Europea de la Cultura. Subir al Faro es toda una experiencia. Solo hay que dejar que la vista se pierda a través de sus enormes cristaleras para contemplar toda una sucesión de monumentos: el Palacio Real, la Catedral de la Almudena, el edificio de Telefónica en la Gran Vía, las Cuatro Torres… Y, de fondo, siempre, las cumbres de la sierra de Guadarrama.

Interior del Faro Moncloa

Interior del Faro Moncloa

El mirador cuenta con una barandilla informativa que hace un repaso por el crecimiento y la evolución de la ciudad a lo largo de su historia. Lo más llamativo en ella son las reproducciones a escala de 50 de los principales edificios y enclaves que desde aquí se contemplan, acompañados de datos de interés y curiosidades, tanto en español como en inglés. Torrespaña, el Palacio de Cibeles, el cementerio de San Isidro o el Centro de Patrimonio Histórico Corona de Espinas son algunos de ellos. Y para los más pequeños, un atractivo más: del 7 al 16 de abril pueden disfrutar del espectáculo Farolín y Monclovita dos singulares guías turísticos que se encuentran en un apuro. Y es que no pueden abrir el “Libro mágico de Madrid”, en el que tienen apuntados todos los planes que se pueden realizar en la ciudad…

Cúpula de la Catedral de la Almudena

Cúpula de la Catedral de la Almudena

Otra perspectiva singular es la que ofrece la cúpula de la Catedral de la Almudena, con el Palacio Real justo enfrente y la Casa de Campo y la sierra de Guadarrama como telón de fondo. A ella sólo pueden acceder quienes hayan optado por visitar el Museo de la Catedral, que presta especial atención a los dos patrones de la ciudad: la Virgen de la Almudena y San Isidro. ¡Atención! La galería del museo (un poquito más abajo que la cúpula, pero también a cierta altura) es un lugar excepcional para ver con todo lujo de detalles el Cambio de la Guardia Real que tiene lugar el primer miércoles de cada mes en la explanada del palacio.

Puente de Toledo

Puente de Toledo

El Palacio Real y la Catedral se ven también muy bien desde el mirador del Huerto de la Partida, en Madrid Río, que cuenta con otros balcones de interés, como el puente de Segovia, con vistas hacia el norte y el sur del Manzanares y a las nuevas fuentes monumentales situadas en sus jardines bajos. El puente monumental de Arganzuela incorpora una terraza-mirador, desde la que se divisa, por el norte, el puente de Toledo, del siglo XVIII, y, por el sur, el parque de Arganzuela y la playa urbana.

Gran Vía desde El Club Gourmet de El Corte Inglés.

Gran Vía desde El Club Gourmet de El Corte Inglés.

Muy urbana, por cierto, es la vista desde El Club Gourmet de El Corte Inglés de la plaza del Callao, en la novena planta, perfecto para tomar algo, comer en alguno de sus restaurantes o comprar delicias varias mientras contemplas el anuncio de Schweppes del edificio Capitol en primer plano. Por cierto, este edificio es un hotel, el Vincci Capitol, que cuenta también con unas vistas sensacionales de la Gran Vía. ¿Sabéis que hay una habitación justo detrás del luminoso?

Templo de Debod

Templo de Debod

Seguro que estáis de acuerdo conmigo si os digo que a mí lo que me gusta es encontrar un lugar con buenas vistas a la hora del atardecer. Ahí va mi sitio preferido: el Templo de Debod, con toda la Casa de Campo a nuestros pies. El templo es una construcción egipcia de la época ptolemaica, con más de 2.000 años de antigüedad, donada por el gobierno egipcio a España por su colaboración en el traslado de monumentos durante la construcción de la presa de Asuán. Fue traído piedra a piedra desde la Baja Nubia… y colocado exactamente en la misma posición (en dirección oeste) que tenía en su lugar de origen.

La Dama del Manzanares, en el Parque Lineal del Manzanares

La Dama del Manzanares, en el Parque Lineal del Manzanares

Para terminar, dos opciones más algo lejos del centro pero que bien merecen una visita: el Cerro del Tío Pío, o, como todo el mundo lo conoce, el parque de las siete tetas, llamado así por sus siete colinas, en el barrio de Vallecas, y el mirador de la Dama del Manzanares, una maravillosa obra de Manolo Valdés situada en el punto más alto del parque Lineal del Manzanares, en Usera. Desde aquí puedes ver todo Madrid y sorprenderte, por ejemplo, con la altura del edificio de Telefónica. ¡Que lo disfrutes!

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