Tras su paso por Zaragoza y Valencia, llega a Madrid El tiempo entre costuras, el musical basado en la novela homónima de María Dueñas que en 2009 se convirtió en un inesperado bestseller, con más de cinco millones de ejemplares vendidos. Desde entonces el libro ha superado las 70 ediciones y ha sido traducido a 40 idiomas, pero estas cifras astronómicas para el mercado editorial no han asustado a los productores de beon. Entertainment, que ha vuelto a unir a parte del equipo de El Médico para subir sobre las tablas del escenario la trepidante historia Sira Quiroga.

El tiempo entre costuras cuenta la historia de una costurera que junto a su novio deja Madrid poco antes del estallido de la Guerra Civil. Después de un aborto y abandonada por el hombre detrás del que ha corrido hasta Marruecos, la joven se instala en el protectorado español de Tetuán, donde consigue montar su propia boutique de moda. A partir de entonces, Sira Quiroga se convierte en un eslabón más de una compleja cadena de espionaje. A medio camino entre el melodrama y el suspense, se describen con color escenas pintorescas del África colonial y la vida en la España de posguerra, sin renunciar en ningún caso al humor que convierten tanto al espectáculo como a la novela en un relato protagonizado por personajes llenos de humanidad, movidos por el deseo y la necesidad de supervivencia.

Si hace más de diez años la novela de María Dueñas aficionó a los lectores a las historias de mujeres comunes enredadas en los grandes acontecimientos de la historia, hace casi cinco años El Médico convenció al público de que en España también se podían producir musicales originales. Entren los grandes títulos anglosajones -El Rey León, Billy Eliot o West Side Story-, el compositor Iván Macías y el libretista Félix Amador presentaron en Madrid un espectáculo cien por cien Made in Spain, a partir de la novela de Noah Gordon. El éxito ha sido abrumador y ha conseguido, entre otros, el reconocimiento del Broadway World en diversas categorías.

En esta ocasión Iván Macías ha compuesto una partitura inspirada en los estilos de los años treinta y cuarenta, como el foxtrot, el cuplé y el paso doble, e incluso un tema que la actriz María Gago interpreta con aire aflamencado. Además de las canciones, de los concertantes -momentos en los que la acción se desarrolla gracias a la música, como suele hacer el maestro Andrew Llyd Webber a imitación de la ópera-  el compositor ha escrito una banda sonora que acompaña a los diálogos hablados como si fuera una película. El resultado nos recuerda al de una zarzuela, género que precisamente alcanzó su época dorada en los años anteriores a los de la propia narración de El tiempo entre costuras, pero con la ligereza del siglo XXI y un libreto, escrito por Félix Amador, que avanza a ritmo cinematográfico.

Cabe destacar el extraordinario trabajo de Laura Enrech, que encarna a Sira y sobre la que cae buena parte del peso de la función, sin salir prácticamente ni un momento de escena. Entre sus últimos trabajos antes de iniciar esta aventura destacan La Verbena de la Paloma, dirigida por Pablo Mesiez dentro del proyecto Zarza y el personaje de Baby en Dirty Daning. El fantástico vestuario que lleva durante las casi tres horas que dura el espectáculo es obra de Lorenzo Caprile. Joselu López y Ricardo Soler son otros de los miembros de un elenco con gran dominio de la canción, el baile y el humor. Son especialmente divertidas las escenas protagonizadas por Nil Carbonell en el papel de Félix Aranda, el cómplice de Sira en Tetuán, y de un auténtico dramatismo las de Noemí Mazoy, en el papel de madre.

Esta gran producción sólo estará en cartel hasta el 22 de mayo en el Espacio Ibercaja Delicias, ubicado justo detrás del Museo del Ferrocarril. Una pequeña ciudad dedicada al “teatro musical” donde estos días también se puede ver El Médico y que cuenta con un ambigú al aire libre, perfecto para tomar algo en el descanso.

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