Cristo de «Los Estudiantes». Luis Salvador Carmona. Basílica Pontificia de San Miguel. Santiago Bonavía.

Algunos de los pasos que salen en procesión durante la Semana Santa madrileña son obras de enorme valor histórico y artístico. A continuación, escribo sobre la historia de una serie de tallas que no sólo suscitan una enorme devoción entre los fieles, sino que además son ejemplos sobresalientes de la mejor escultura española de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX.

Al igual que en otras ciudades españolas, la Semana Santa arranca el Domingo de Ramos (10 de abril) con la tradicional procesión de «la borriquita», que a las 16:30 parte de la Catedral de la Almudena en dirección a la Parroquia de San Ildefonso, en pleno barrio de Malasaña. Sin embargo, para los amantes del arte, la última procesión del día es la más especial: a las 19:00 sale de la Basílica Pontificia de San Miguel, del arquitecto barroco Santiago Bonavía, la procesión de «Los Estudiantes», que atraviesa el viejo Madrid con un valioso crucificado de Luis Salvador Carmona. El artista estuvo al servicio de la corte y desde 1752 fue teniente-director de escultura junto a Juan Pascual de Mena de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Aunque su estilo es heredero de la imaginería castellana -conocida por su realismo estremecedor-, la serenidad de las expresiones reflejan cierta influencia muy bien asimilada del neoclasicismo. Por desgracia, murió antes de cumplir 60 años, tras haber perdido la vista y sufrir una fuerte depresión que le impedía trabajar.

Jesús «El Pobre» a su paso por La Plaza de La Villa.

El Jueves Santo (14 de abril) llegan varias de las citas más esperadas. A las 19:00 abre sus puertas la Iglesia de San Pedro «El Viejo», donde se conserva la imagen de Jesús «El Pobre», una de las más veneradas por los madrileños. Se dice que fue un regalo de la Duquesa de Medinaceli y aunque no se conoce el nombre de su autor a ciencia cierta, se ha atribuido al escultor Juan de Astorga, activo entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. La Virgen que lo sigue, llamada de «El Dulce Nombre» es obra de 1999 de la artista Lourdes Hernández, una de las pocas mujeres imagineras. Ese mismo día, a las 19:30 sale de la Capilla del Divino Cautivo. Colegio Calasancio, en el Barrio de Salamanca, otra escultura de extraordinario valor artístico, un cristo que talló en los últimos años de su vida Mariano Benlliure y al que podremos ver otra vez el viernes en otra procesión que parte a la misma hora de la Parroquia de San Sebastián. La cofradía tiene la peculiaridad de haber sido creada por los presos de la antigua «Checa de Porlier». Este año se cumple el 75 aniversario del fallecimiento del artista valenciano al que se deben tantos monumentos públicos en Madrid. Bajo el lema de El placer de esculpir se organizan visitas guiadas, itinerarios interactivos para público familiar, conciertos, conferencias y un amplio proyecto de intervenciones de restauración de los monumentos del artista de titularidad municipal. Más información benlliure2022.com.

Jesus de Medinaceli. La imagen de Jesús de Medinaceli en Mequinez. Juan Valdés Leal.

La estampa de Jesús de Medinaceli avanzando por el Paseo del Prado es una de las más asombrosas de la Semana Santa madrileña. Esta obra de la escuela andaluza de la primera mitad siglo XVII, atribuida en ocasiones al taller cordobés Juan de Mesa, fue realizada para la plaza africana de la Mámora. Cuando el sultán de recupero la ciudad, envió la talla a Mequinez, donde fue arrastrada por las calles como muestra de la victoria de los musulmanes sobre los cristianos. Hay un cuadro de Juan Valdés Leal que muestra esta humillación. Los padres trinitarios decidieron entonces pagar por ella su peso en oro, pero milagrosamente la madera se hizo liviana como una pluma y el rescate salió muy barato. Llegó a Madrid en 1682 y tres décadas más tarde se fundó la archicofradía que este Viernes Santo (15 de abril) a las 19:00 la saca en procesión desde la Basílica de Jesús de Medinaceli, donde se exhibe el resto del año. En la calle de Alcalá, a la puerta de la Iglesia de la Concepción Calatrava, le espera Nuestra Señora de la Soledad de Juan Pascual de Mena, que al día siguiente, el Sábado Santo (16 de abril), vuelve a pasearse por Madrid. Del artista, teniente-director de escultura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, es también la fuente de Neptuno.

Virgen de «El Dulce Nombre». Lourdes Hernández. Jesus «Divino Cautivo». Mariano Benlliure.

La Semana Santa deja en Madrid imágenes bellísimas. Aunque los pasos de otras procesiones no tienen la antigüedad de los que menciono más arriba, las que indico a continuación resultan especialmente llamativas. La procesión del Jesús del Gran Poder y la Esperanza Macarena sale el jueves a las 19:30 de la Colegiata de San Isidro y pasea por las costanillas, plazuelas y plazas del Madrid de los Austrias dos versiones de mediados del siglo XX de las conocidas tallas sevillanas. ¡Además nunca faltan las saetas! Y el viernes a las 19:00 los alabarderos del rey uniformados escoltan y pasean al Cristo que lleva su nombre (el de «Los Alabarderos»), desde la Iglesia Catedral Castrense hasta pasar por delante de la fachada del Palacio Real. Aunque la imagen es de 2007, la congregación hunde sus raíces en 1632. Por último, esa misma noche parten dos procesiones de la Parroquia de Santa Cruz: a las 19:30 la de María Santísima de los Siete Dolores y a las 20:20 el Santo Entierro. Ambas, por desgracia, con réplicas de las tallas que desaparecieron durante la Guerra Civil. La primera una escultura flamenca que trajo Felipe el Hermoso en 1591 y la segunda una obra de Juan Pascual de Mena del siglo XVII.

Cristo de «Los Estudiantes».

Tags: , ,
 
Arriba