Una exposición recorre en la Sala El Águila las tres décadas doradas de la alta costura en la capital, que coinciden primero con los años de la posguerra -a mal tiempo, buena cara- y luego con el desarrollismo, impulsado por las políticas aperturistas de la dictadura. Pero lejos de mostrarnos únicamente las propuestas de los grandes diseñadores -Cristóbal Balenciaga, Manuel Pertegaz o Elio Berhanyer-, Madrid, una historia de la moda. 1940-1970 aborda el papel fundamental de los medios de comunicación, la Sección femenina, las modistas de barrio, los sastres y los negocios especializados, mercerías y tiendas de tejidos, en la difusión de las nuevas tendencias, que aunque en principio fueron un patrimonio exclusivo de las élites, poco a poco se extendieron entre todas clases sociales hasta la llegada del prêt-à-porter y la inauguración de las cadenas comerciales, antes de que la industria textil se convirtiera en una de las más importantes del país.

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