La pizza nació en Nápoles… y conquistó el mundo. La napolitana es una pizza de masa gruesa y esponjosa, mientras que la romana tiene la masa muy fina y crujiente. ¿Cuál es tu preferida? Aquí tienes una buena selección de pizzas italianas, españolas y argentinas que se hornean con leña en Madrid.
Las de Kilómetros de Pizza son made in Spain pero con hechuras italianas, al estilo taglio o cuadrado. Su artífice es todo un campeón, Jesús Marquina. Este maestro pizzero de Tomelloso (Ciudad Real) ha conseguido ganar en cinco ocasiones el Campeonato Mundial en Roma. Sus recetas, además de sabrosas, son siempre muy originales, como la cañí, con boquerones y patatas fritas, la Rolling, de salmón, o la de rabo de toro. También están las clásicas en las que mandan los productos italianos, pero lo más original es la medida de estas pizzas: ¡hasta de dos metros! que salen de su horno hecho a medida. Un medidor va contando los kilómetros de pizza vendida… y piensan llegar muy lejos.
Al estilo romano, con masa fina y crujiente pero alargada, eso sorprende de las pizzas de Trattoria Manzonni y Don Lisander. Eso, y lo buenísimas que están. Stefano y Alberto Carta se han traído la receta desde el lago de Como y la han adaptado a sus gustos dándole un sello muy personal y el horneado en leña que gusta mucho. Mis preferidas: la pizza Tartufo y la de huevos de codorniz con patatas chips caseras. Ahora también pueden disfrutarse en MadrEat, en su food truck La Fina, con nuevas incorporaciones como la pizza de costilla a baja temperatura con salsa barbacoa. ¡Mamma mía!
Anema e Core (Alma y Corazón) es un trocito de Nápoles en el centro histórico de Madrid, entre Arenal y Ópera. Darío Dérrico y Salvatore Cristiano tienen la carta llena de recetas autóctonas que merece la pena descubrir, además de sus pizzas, de masa gruesa, cocinadas en horno de piedra volcánica que se han traído directamente desde Sorrento. En él hacen también su propio pan cada día. Nos desvelan el secreto de su éxito: se elaboran con mozzarella de búfala y aceite de oliva virgen extra. Precisamente, la Margherita Dop, con mozarella, es una de las más solicitadas.
Las pizzas de Picsa son otro mundo. Con el sello de Pablo Guidice y Estanis Carenzo (Sudestada, Chifa, El Perro Bar) apuestan por el estilo argentino, porteño, con masa más gruesa pero increíblemente esponjosa. Tampoco son previsibles los ingredientes: ternera madurada 60 días, papada de cerdo ibérico, grelos, trompetas de la muerte, piparras en vinagre… y productos de temporada que van apareciendo en cada momento. El secreto en Picsa, más que en la masa está en el queso, una mezcla personal de quesos artesanos de la Granja Cantragrullas. Y el toque maestro, el de su horno de leña que preside la cocina y que todo el mundo puede ver en plena acción.
Para probar todos sus sabores, aprovecha el menú del día por 11 euros (con bebida) que contiene un entrante o mezze (tan original como el escabeche de berenjenas, los pimientos morrones armenios, las sardinas Rulli o unos zucchinis alatsis) o fiambres al corte (preciosa la cortafiambres) y quesos de productores locales. De segundo, dos porciones de alguna de sus originales pizzas, y de postre un helado artesano o café (firmado por el exitoso Toma Café).
Premiata Fornería Ballaró es el nuevo restaurante de Angelo Marino (Mercato Ballaró) en el barrio de Chamberí. La calle huele a leña del horno que preside el local (con terraza, mesas altas abajo y comedor en la primera planta) y donde cobran vida las auténticas pizzas italianas de tipo romana: con masa madre, fermentaciones largas y mezcla de harinas integrales. Hay dos formatos, la pinse o individual (9,50 euros) y la grande (16 euros). ¿Y los ingredientes? Desde la clásica Margarita con una fabulosa mozzarella a la suculenta de jamón de San Daniele, higos y búfala. Hay que preguntar porque siempre hay sugerencias fuera de carta.
Acaba de abrir en la Gran Vía, 6, y ya se ha colocado entre los italianos de moda en Madrid. Oven Mozarella Bar es un lugar muy atractivo y amplio, repartido en dos plantas y con espacios abiertos y enormes ventanales. Un sitio ideal para tomarse una pizza italiana al horno de leña, con masa fina y crujiente y probar otras de sus propuestas italianas. Tiene una carta muy surtida: la Diábola, picante, con pepperoni y ají amarillo; la Pampera, con calabacín, tomate natural, provolone, bacon y orégano, deliciosa la de pera y gorgonzola, el calzone de proscuito, champiñón y tomate y toda una tentación la pizza de trufa y huevo. Son de estilo Tonda (redonda) Alla Romana, con una masa de tres harinas italianas que se fermenta durante 48 horas para que siente muy bien. Para empezar, imprescindible probar la burrata Oven.