Terrazas para el otoño

Terraza de Poniente. Hotel Exe Moncloa

Aunque los primeros días frescos tras el verano inviten a pasar de la caña bien fría a una copa de vino, y de la terraza al interior del restaurante, octubre brinda una oportunidad única de disfrutar de las azoteas como nunca: alejados de la masificación del verano, pero con unas temperaturas todavía agradables, estos espacios ofrecen ahora un ambiente tranquilo y unos atardeceres espectaculares. Ahí van algunas de nuestras favoritas:

Terraza de Poniente. Hotel Exe Moncloa

Terraza de Poniente. Coronando el Hotel Exe Moncloa (Arcipreste de Hita, 10) encontramos una de las últimas azoteas abiertas a todo al público en Madrid, ahora bien, solo a partir de las 20:00 h, antes su uso es exclusivo para los clientes del hotel. Mientras se degustan los platos del Mercado de Moncloa -también vinculado al Hotel Exe–, puede disfrutarse de una panorámica increíble enmarcada por El Pardo, la Casa de Campo, el Parque del Oeste y la sierra de Guadarrama.

Terraza del Gimnasio Gymage

Gymage Lounge: Es de lo último en Triball. Los antiguos Cines Luna acogen la terraza del gimnasio Gymage  (Corredera Baja de San Pablo, 2) poco tiene que ver con el sudor y el esfuerzo de las plantas inferiores. Al contrario: es un lugar tranquilo y hedonista, donde disfrutar de unas vistas espectaculares del centro de la ciudad. Copas, cócteles y rico picoteo al mejor precio.

Terraza del Hotel Mercure Santo Domingo

Hotel Mercure Santo Domingo.  En la plaza del mismo nombre, este hotel (Santo Domingo, 13) no solo puede presumir de contar con el jardín vertical más grande del mundo, sino también con una de las terrazas más confortables de la ciudad: su azotea, aparte de unos cócteles y combinados de gran calidad, ofrece un skyline de la ciudad que permite resumir Madrid de un plumazo: desde los tejados del Madrid de los Austrias al Palacio Real, y de éste, a la Casa de Campo.

El Mirador del Thyssen

El Mirador del Thyssen. Ya es un clásico que se mantiene firme, el restaurante situado en terraza del Museo Thyssen-Bornemisza (Paseo del Prado, 8), colofón ideal tras una visita a la pinacoteca. Sus vistas al Paseo del Prado, aunque impregnadas de un aire romántico que pocos miradores pueden igualar, tal vez sean las menos espectaculares de las azoteas que hemos citado. Algo que compensan con la impresionante cocina de sus fogones.