Más allá del Hotel Urban

Exquisito y moderno. Así es el Hotel Urban y así es su más que agradable terraza con piscina.

¡Hola a todos madrileñers! Me llamo Pepe García y quiero que sepáis que estoy encantadísimo de escribir en esta plataforma creada por y para la promoción de esta ciudad icónica en la que cientos de personas y personajes dan luz constante a esa magia universal que tiene Madrid. 

El Hotel Urban es vanguardista en su gesto pero al mismo tiempo noble en materiales.

No es adular por adular, es verdadera pasión. Os cuento: nací en Valencia hace 44 años y con solo 18 ya tenía claro que quería estudiar fuera. Mi familia me apoyó incondicionalmente y tan solo dos años después ya era completamente independiente y me costeaba mis estudios de hostelería en un centro privado. Barcelona fue el primer escalón. Me acogió con  cariño y rigurosidad: allí aprendí el oficio de la restauración y la pasión por el sector hotelero. Luego vinieron París, Londres, Sevilla y, finalmente, Madrid, con un proyecto precioso, el Hotel Urban. Una creación de la familia Clos que para mí llegaba en el momento idóneo.

El Hotel Urban está situado en pleno Barrio de las Letras, siempre muy animado (©José Barea, Madrid Destino).

Conocí Derby Hoteles al estudiar en Barcelona y siempre sentí gran respeto profesional y personal por los Clos (Jordi Clos y Montse Casellas). Dos personas increíbles, con una gran profesionalidad y una fuerza única en todo lo que hacen. Siempre me sentí muy atraído por su trabajo, pero sólo cuando vi el Urban entendí que nuestra colaboración podía tener sentido. En pleno Barrio de las Letras, de construcción exquisita, atemporal, moderno en su gesto pero al mismo tiempo noble en materiales y sobre todo con muy buen servicio. Porque no debemos olvidar que “el mejor hotel del mundo es donde mejor te atienden”.

El centro cultural CaixaForum, en el Paseo del Arte, siempre ofrece magníficas exposiciones.

No fue casualidad elegir esta ciudad. Madrid me gusta,  pero son sus habitantes los que me parecen increíbles. Pasear por la Gran Vía, observar los rascacielos de plaza de España, cenar en Sacha, visitar el Prado, el Thyssen, CaixaForum, tomar unas tapas en el Barril de las Letras, dar una vuelta por el Retiro, comer un cocido en La Bola, mirar el cielo desde la plaza de Colón… eso es lo que me fascina de Madrid, vivirla con naturalidad, aceptándola como es.

En el parque de El Retiro hay rincones sorprendentes como el Palacio de Cristal (©José Barea, MD).

El resultado ha sido magnífico. En el Hotel Urban, en el Barrio de las Letras y en Madrid en general, hemos conseguido atraer a ese cliente que sabe apreciar los detalles y que busca un valor añadido al concepto tradicional de hotel. Un cliente que sabe apreciar el arte, los colores, los materiales y a nuestra gente. Un cliente que ahora elige la ciudad de la Cibeles como punto de encuentro, como núcleo de nuevas tendencias y como eje vertebrador de los infinitos flujos culturales de nuestro país. Sin raíces no hay alas y solo entre todos conseguiremos que este capítulo que nos ha tocado vivir en Madrid sea extraordinario. Amén.