Hay locales de jazz, que no solo son de jazz, sino que, además, lo parecen. Así es el Café En Vivo El Despertar (c/Torrecilla del Leal, 18), en pleno corazón del barrio de Lavapiés. Lo regenta un barbudo multiusos, llamado Juan Ruiz, que, aunque pasa los 60, tiene más vida y más alegría que una guardería. Todo un figura.
Juan es el dueño y el camarero, el técnico de sonido y el programador. Pero sobre todo es el inspirador de una aventura guiada por la ilusión: “El Despertar va camino de los 34 años abierto”. Esto es, de cuando la transición: “El nombre del bar tiene que ver con lo que sucedía entonces: el cambio de vida, la necesidad de encontrar otro camino en libertad. No es casual que yo optara por esto”. No lo es, porque Juan es un lanzado: “Es un local de principios del siglo XX. Antes fue unos coloniales -tienda ultramarinos-, pero llevaba mucho tiempo cerrado y yo me metí en la locura de coger un edificio que estaba en ruinas, que se caía. Les apuntalé el edificio a los vecinos, no te digo más”.
Todo en el bar -sillas, mesas, lámparas, ventiladores, iluminación, decoración…- evoca los primeros años del jazz. El Despertar tiene una de las decoraciones más alucinantes que puede tener una sala –de conciertos o no- de la capital y todo es realmente “de época”. Pero Juan arquea una ceja si pronuncias la palabra “viejo”: “Es modernista, no viejo; que aquí está todo muy cuidado. Hay que tener en cuenta que este local data casi del siglo XIX ”. A decorarlo han ayudado parroquianos y amigos: “Aquella estatua del músico de jazz que ves allí, por ejemplo, me la hizo un cliente. Yo he tenido la suerte de que se me ha arrimado siempre gente maravillosa”. Juan confiesa orgulloso que no está solo en su Despertar: “Yo lo he hecho posible gracias a mi compañera, que es una mujer maravillosa, con la que tengo dos hijos. Ella siempre ha estado a mi lado y mis hijos, chica y chico, se van incorporando lentamente”.
El local tiene forma de U con barra, mesas y, al fondo, el escenario. Un escenario pequeño, pero también con ese genuino sabor que siempre tiene este género musical: “Por aquí han pasado todos los que ahora son alguien en el mundo del jazz en España: Jorge Pardo, Pedro Ojesto, Miguel Angel Chastang, Carlos Carly, Tony Aguilar, Antonio Hernández, José Luis Yague, Natalia Calderón, Sacri Delfino… Todos ellos han ido creciendo aquí. Yo he visto aquí a la gente cuando eran alumnos y daban clase y se colaban aquí en plan formalito. Aún no tocaban y ahora son los mejores”: y no tocan solo para las personas: “Yo tenía un perro que me vivió 15 años. Le llamábamos El Almirante. Siempre andaba suelto por aquí y era el atractivo fundamental del local. Aquel perro, cuando actuaba un americano que venía de Nueva York y tocaba con el grupo Hot Club la trompeta con sordina, se subía a la tarima y se tumbaba a los pies del músico, tan feliz». Quien no conozca El Despertar, no sabe lo que se pierde. Aunque el dueño no se afeite ni para salir en los papeles.
Los conciertos de El Despertar en abril:
DIANA TOBIEN TRÍO
Viernes, 10 de abril. 23:00 h. Precio: 8 €.
Diana Tobien, voz, melódica, teclado y percusión, presenta, junto a Ángel Rubio, guitarra, voz, arreglos y composición, y Patxy Pascual, saxos y flauta, un programa de estándares de jazz, composiciones originales, así como de música alemana y pop británico. La elección de las canciones va de los clásicos como My Funny Valentine y La chica de Ipanema, pasando por títulos de Stevie Wonder y Al Jarreau, a interpretaciones de piezas de Annett Louisan y Herbert Grönemeyer.
MINHA LUA
Domingo, 26 de abril. 21:30 h. Precio: 10 €.
Minha Lua expresan a las mil maravillas la melancolía del fado y la mezcla con la belleza poética de la bossa y la cadencia suave y nostálgica de la morna. La trayectoria de Minha Lua viene avalada por el reconocimiento de crítica y público en sus numerosas actuaciones por toda Europa y Brasil. En la actual gira que por Madrid, gira presentan su último disco “O milagro”, un recorrido musical que nace en el fado y transita por “otras emociones” a través un repertorio de gran fuerza, elegancia y sensibilidad.