MadrEat: la cocina sale a la calle

Para los amantes de la street food, MadrEat, en AZCA, es cita obligada.

Que la (buena) comida callejera llegara a Madrid era solo cuestión de tiempo y con MadrEat se han cumplido los sueños de los amantes de la auténtica street food. Cada tercer fin de semana (la sexta edición será del 17 al 19 de abril) se celebra MadrEat, con la cocina nómada de grandes cocineros y restaurantes de Madrid. En AZCA instalan sus furgonetas y camiones vintage, los foodtrucks, y se monta una fiesta gastronómica que ya cuenta con fieles seguidores.El lugar elegido, rodeados de rascacielos en los jardines del Complejo de AZCA, resulta perfecto. El número de participantes ha ido aumentando, ya supera los 50… y hay lista de espera. Y es que para estar en MadrEat hay que cumplir con los requisitos y criterios estipulados por un comité asesor formado por consagrados cocineros como Estanis Carenzo, Iván Domínguez, Álvaro Castellano o Alejandro Montes, entre otros.

La oferta gastronómica es muy variada, y el lugar perfecto, junto a los rascacielos de AZCA.

La oferta gastronómica es muy amplia, con platos de alta cocina a precios más que ajustados. Y el ambiente es fantástico, con gente que pasea o toma sus bocados en las mesas y sillas instaladas al más puro estilo de verbena. Cada puesto presenta tres o cuatro propuestas que pueden comerse con facilidad,

respondiendo al concepto de comida callejera, asequible, sabrosa y de calidad.

Caniches, galgos y bulldogs son las especialidades que sirve Lupe, de It Dogs, acompañadas de un poco de cava y champán.

Los perritos calientes son un ejemplo claro. Aquí Lupe, de It Dogs, despacha sus caniches, galgos y bulldogs acompañados de cava y champán. Los americanos Feltman’s, del inventor del hot dog, cocinan salchicha alemana ahumada en madera de haya, y el camión de Frankfurts es otra buena opción para este plato 100% callejero que en MadrEat tiene hasta la versión vegetariana del Perro Verde. Entre todas las pizzas, las de Picsa han llegado pegando fuerte: argentinas, de masa alta y ligera, con su propia receta de queso y hechas en horno de leña.

No hay quien se resista: en MadrEat todo el mundo quiere probar el bocadillo de albóndigas de TriCiclo.

El recorrido por los sabores callejeros pasa por las recetas de fusión de Chifa, como el choripán y la torta de aguja asada a la vietnamita con aguacate y encurtidos asiáticos. El bocadillo de albóndigas de TriCiclo es todo un éxito y la hamburguesa por la que merece la pena hacer cola es por la que preparan en la furgoneta de La Finca, la de la “carne de la felicidad”. Verás que al clásico bocata de calamares le han salido versiones callejeras muy buenas, como el que propone Panenka, con pan de tinta de calamar, y el irreconocible de Klamardo, ¡tienes que probarlo!

En La Finca se reparten hamburguesas, hechas con la carne de la felicidad.

Los paladares picantes pueden atreverse con los ardientes tacos de Tepic, el desafío picante de Kitchen154 con premio para quien lo supere, y los tacos y burritos de Corazón de Agave acompañados de una salsa que avisa: “solo para los + machos, chipotle, chile de árbol”. También encontramos ricas arepas colombianas (Las delicias de Nil), venezolanas (La Cuchara) y los auténticos sándwiches chilenos de San Wich.

Hay que probar las tortillas de Lucía’s, con una de las furgonetas más bonitas de MadrEat.

Para probar unas de las mejores croquetas de jamón de Madrid, nos acercamos a la Taberna Arzábal. Dicen que el secreto está en la masa y la suya lleva leche de oveja latxa y un jamón ibérico exquisito. Pero si te apetece una sopa, un buen caldo de cocido, unas alubias estofadas o unas migas de pastor, también las vas a encontrar en MadrEat. Los aromas de los platos de cuchara de la abuela trepan por los rascacielos. En Lucía’s le han dado la vuelta a la tortilla española y las cocinan con pulpo, verduras, además de la auténtica de patatas. Su furgoneta, decorada en tonos pastel, es una de las más admiradas.

Atención a la propuesta de Iván Muñoz, de Chirón: trampantojo de yogur de morcilla y patata.

Hasta laureados restaurantes con estrellas Michelin se han apuntado a MadrEat. Chirón (1*), del chef Iván Muñoz, nos trae un trampantojo de yogur de morcilla y patata que a primera vista parece un postre de chocolate y nata. También saca sus cuchillos a la calle Ricardo Sanz, de Kabuki (1*), el genial sushiman. El último chef en incorporarse ha sido Óscar Velasco (Santceloni, 2*), con platos de La Cesta, a la que asesora, como el bocadillo de costilla de cerdo o la tostada de sardina ahumada con tomate.

¿Y para beber? La cerveza madrileña La Virgen tiene su camión, sirven sangría en Pichi, con una furgoneta que llama la atención, vinos en Flying Cow, champán en Taberna Rufina y los vermús más castizos son los de Zarro, en la vermuneta.

Y para terminar, nada mejor que la alta pastelería que siempre ofrece Mama Framboise.

El toque dulce lo ponen las crepes de Triskan, las ensaimadas recién llegadas de Mallorca de Formentor, las divertidas cakepops de De Cake y la alta pastelería de Mama Framboise con sus delicadas tartaletas y la colección de macarons que se agotan. Aquí no te faltará ni el café que trae desde Malasaña Toma Café.

Cuando cae la tarde y se acerca la hora del cierre, la música sube y hay furgonetas en las que se organizan fiestas improvisadas, como la de Taberna Arzábal… que suele ser memorable.