Salir a tomar un chocolate con churros es casi un ritual en Madrid. No se sabe muy bien por qué esta dulce pareja es todo un clásico. Hay sitios con solera, centenarios, como la Chocolatería San Ginés, y otros más modernos donde el arte de la masa y el cacao mantiene viva esta tradición tan madrileña.
San Ginés es mucho más que una chocolatería, es un imprescindible en la visita a la ciudad. Abrió sus puertas en 1894 y desde entonces ha conservado el sabor del Madrid más auténtico, con camareros de chaquetilla blanca y mesas de mármol. Metida en un pasadizo de la calle Arenal, a un paso de la Puerta del Sol, durante la Segunda República se la conocía como La Escondida. Por sus salones (tiene cuatro, además de la terraza) han pasado infinidad de personajes célebres y millones de anónimos, y en sus paredes se muestra parte de esa historia.
No es tarea fácil conseguir mesa, sobre todo en Navidad, por eso en ciertas fechas han habilitado un espacio en la vecina discoteca Joy Eslava (del mismo dueño) para atender la demanda de quienes van buscando el sabor del chocolate a la taza con unos churros recién hechos, alargados, finos y crujientes. A principios de año abrió un nuevo local en el renovado Mercado de Prosperidad (López de Hoyos, 81), con el mismo producto, calidad y servicio. Entre sus planes de futuro, además de seguir expandiéndose dentro y fuera de Madrid (tiene sucursales en Japón, China y Colombia), está la apertura de una tienda en el callejón de San Ginés para vender su chocolate y artículos de recuerdo, desde delantales a tazas con su firma. Precio chocolate con seis churros: 3,90 €.
Muy cerca de San Ginés, haciéndo esquina con Arenal, encontramos la Chocolatería Los Artesanos 1902 (San Martín, 2). La cocina está a a la vista, junto a la entrada, y en la freidora el aceite brilla como el oro. Aquí se fríen churros (de estilo lazo, dorados, crujientes…) y porras con la receta maestra heredada de los bisabuelos de la quinta generación que lidera el local. “Es la familia churrera más antigua de España”, defienden con orgullo Juan Gabriel y Héctor. Juan Gabriel (padre) sigue encargándose personalmente de supervisar esa masa maestra mientras la madre, Mari Carmen, prepara otras delicias: pestiños y flores, dos dulces de sartén que forman parte del recetario goloso de Madrid y que aquí los bordan.
Para los clientes celíacos elaboran un bizcocho casero y también crepes y tostadas sin gluten. En la planta baja hay un salón que ocupa una antigua cueva rehabilitada, y en la planta primera además del chocolate con churros se sirve menú del día y otros platos a la carta. Precio chocolate con churros: 3,90 € (fines de semana, 4 €).
En la churrería Maestro Churrero, en la plaza de Jacinto Benavente, Joaquín sigue la tradición de su bisabuelo pero ha dado un cambio y apuesta por nuevos productos, originales y modernos, sin olvidar sus orígenes y la esencia del churro. Son sorprendentes sus churros de siete colores, la versión makichurro que todo el mundo fotografía para colgar en las redes sociales, los churros salados que se sirven como montaditos rellenos de jamón, pulpo, ensaladilla rusa… y aún hay más.
También han pensado en el takeaway, para los que quieren llevarse a casa o al trabajo su chocolate con churros, y han sido pioneros en ofrecer churros sin gluten y otros productos para alérgicos o intolerantes a la lactosa. Es un placer tomarse el chocolate con churros en la terraza que ocupa esta céntrica plaza, incluso en invierno, bajo las estufas. Hay que aprovechar su happy hour a partir de las 21 h (de domingo a jueves) con sus dulces al 50%. Precio chocolate con churros: 3,60 € (con cuatro churros o tres porras).
Hay más chocolaterías donde se hacen churros caseros, como en la Chocolatería Valor, muy bien situada cerca de Callao, con su llamativa fachada de color verde en la calle Postigo de San Martín, 7 (cuenta con otras sucursales en Conde de Peñalver, Ibiza y Paseo de las Acacias). Los churros son en forma de porras finas y se pueden acompañar de alguno de sus chocolates (hasta 14 distintos), aunque el clásico, “a la española”, caliente y espeso, sigue siendo el más demandado. El precio es más alto que la media: 4,30 €.
También fríen sus propios churros y porras en La Antigua Churrería. En Bravo Murillo 190 abrió el primero en 2004 y ya cuentan con cinco locales más donde se sigue la tradición familiar churrera que nació en 1912 en un pequeño puesto en el Puente de Ventas. Precio: 4,30 €.
En Chocolat Madrid hacen los churros al momento y ya es una parada obligada en el Barrio de las Letras (calle Santa María, 30). El chocolate es artesano pero no hay que perderse tampoco su oferta de tés e infusiones naturales. Abierto desde las siete y media de la mañana. Precio chocolate con churros: 3,50 €.