Love of Lesbian, posiblemente el grupo de pop independiente más inspirado del panorama español, viene a Madrid los días jueves 21, viernes 22 y sábado 23 de abril para presentar en la Sala La Riviera su octavo álbum El poeta Halley. El disco, que aparece en formato CD-disco-libro con trece canciones, acompañadas de quince ilustraciones que el artista Sergio Mora realizó expresamente, cuenta con una colaboración de Joan Manuel Serrat con un recitado en el último tema del disco, el que aporta el título a la obra al completo.
Como admiradores de Bowie y de lo que todo lo que éste destiló en el universo del pop, se adivina una especie de traducción de Halley, alter-ego de Santi Balmes -letrista, compositor y cantante del grupo-, en una especie de Ziggy Stardust en clave literaria a la ibérica/española/catalana. Balmes admite la comparación: “Bien podría ser, salvando las distancias claro. En realidad cuando escribes pensando en un alter ego es como llegar a una fiesta con un antifaz: pierdes perjuicios y esto te permite extremar más tus opiniones o lirismos”. El poeta Halley es, sin lugar a dudas, un disco sobre la inspiración musical: música dentro de la música, como un juego de muñecas rusas. Santi también se muestra de acuerdo: “No podría definirlo mejor. En realidad, el leitmotiv que subyace dentro de este disco es un homenaje en sí mismo a las palabras y al acto de componer. Es decir, un homenaje al medio que aprovechamos para dedicar canciones de amor a personas. En este caso el medio se convierte en el fin”.
Los textos del disco, primorosamente trabajados y al más alto nivel en cuanto a letras en castellano, destila un regusto a concebir la vida como una tragicomedia: “Bueno, supongo que uno es lo suficientemente mayor como para pensar que la vida no es una comedia -ni tampoco un drama- al cien por cien. Cualquier postura extrema en ese sentido es injusta con la misma vida”.
Balmes y los suyos se muestran especialmente ilusionados con este concierto en Madrid, para el que ya han vendido todas las entradas: “Es el primer show de nuestra gira con toda la artillería pesada; es decir, escenografía, luces… Esperemos que en el primer concierto ya encaje todo”. Una gran apuesta para un grupo que sigue obstinadamente por camino de la independencia, aunque la distribución de sus discos corra ahora a cargo de una multinacional: “Bueno, en realidad nos gusta pensar que pertenecemos a una inmensa minoría; ya sabes, lo mismo que se decía de la 2 hace unos años. Y esa inmensa minoría, responde cuando nosotros llamamos a su puerta”. En concreto la puerta de Madrid es una puerta importante para Love Of Lesbian: “Madrid supone la expansión. Nosotros sabíamos que no iba a suceder nada en el resto del país hasta que no sucediera nada en Madrid. Genera una especie de explosión cuyo alcance llegar a todos los extremos de la península”.
El grupo, que ha brindado en concierto algunas de sus mejores actuaciones en Madrid, mantiene ya una relación intima con ella: “En realidad tenemos muchos amigos y mucha complicidad con tantísima gente de la ciudad que nos resulta un poco complicado analizarlo fríamente. No nos consideramos para nada unos visitantes. En realidad es una de las ciudades más fáciles para no sentirte un visitante. Madrid genera una sensación de casa-común para mucha gente. Obviamente somos de Barcelona y consideramos que ésta es insustituible para nuestras vidas. Pero, supongo que debido a las nuevas comunicaciones de esta última década, Madrid es una ciudad mucho más cercana para uno de Barcelona que antes y eso genera desde experimentar poca pereza a la hora de viajar, a incrementar esos viajes muchas más veces que anteriormente, lo que hace que la familiaridad con ella sea también mucho más extrema”.
Balmes recuerda de modo especial alguna de sus visitas para tocar en la capital: “Con el disco 1999, o un concierto que tocamos junto a De La Fe y Las Flores Azules. Fue entonces ese momento en el que vimos Madrid ya como una plaza fija y una plaza que iba a suponer un antes y un después. Significó un «lo conseguimos»”. También hay anécdotas que reseñar: “Una vez, con nuestro segundo disco en inglés, no podíamos aparcar la furgoneta en ningún parking debido a la altura y al final, como nos hospedábamos en una pensión de mala muerte en Gran Vía situada en un quinto piso, nos dio a todos por subir todo el instrumental -batería, amplificadores, guitarras…- por las escaleras, hasta acabar más exhaustos que lo que había sido el concierto, al cual, habían venido solamente dos chicas, quienes al verse solas se largaron rápidamente porque se sintieron absolutamente imbéciles y fuera de moda, ja ja ja…”.
Los rincones madrileños de Santi Balmes:
– Plaza de Santa María de la Soledad Torres Acosta. A mí me gusta , y no sé aún el porqué, te lo juro, la plaza donde estaba el cine Luna, ya que alguna vez hice algún concierto acústico donde me sentí particularmente conectado a esa extraña plaza desolada, y mira que no es una maravilla precisamente.
– El Museo del Prado. Me relaja mucho ir allí, por no hablar de Oxford Street y Covent Garden… ¡ja, ja, ja!
– La Gran Vía. Supongo que hay allí algo que me dejó realmente alterado. Es una combinaciónnentre la Ramblas de Barcelona y una avenida señorial, pero su circuito serpenteante y la fauna, una mezcla entre señorío y muchedumbre variopinta, me genera algún tipo de fricción.
– Bar El Fotomatón. Lugar de encuentro lesbiano, ya que es parte de la vida de nuestro bajista en Madrid.
– El Toni 2. Lugar canalla y con olor a decadencia ibérica. Sitio de última copa y hasta luego Lucas.