Graham Nash en concierto

Graham Nash, fundador de los Hollies y tercera parte de la primera superbanda de la historia -Crosby, Stills & Nash- actúa este jueves, 9 de junio, en solitario en el Teatro Nuevo Apolo para presentar las canciones de su último disco This Path Tonite,  que vio la luz hace apenas dos meses, dentro del Ciclo 1906, Nuestra Interpretación Más Personal.

Hablar de Graham Nash es remitirse la historia de los últimos cincuenta años a través d e un talento musical que le ha hecho brillar tanto como compositor, como instrumentista -toca el piano, la guitarra, la armónica y la batería- y, sobre todo, como poseedor de una voz cristalina y aguda y un modo de cantar antológico que ha ido dejando muestras grabadas que ya son leyenda para los amantes del rock.

Nacido en 1942 en Blackpool, Lancashire (Inglaterra), a los veinte años y en plena eclosión del rock británico, Nash fundaría en Manchester el grupo The Hollies con su amigo del colegio Allan Clarke. Si bien al principio dejó la voz solista a Clarke y tocó la guitarra, las prodigiosas armonías vocales de ambos les hicieron ser reconocidos en el Reino Unido como los Everly Brothers Británicos. Sus armas musicales eran unas guitarras brillantes, melodías contagiosas, un ritmo de calidad y con ribetes jazzísticos y una imagen  de “chicos buenos” que iba abrirles las puertas del éxito con su primer gran pelotazo Just one look. Arrastrados por la majestuosa ola de grupos ingleses del momento, incluso se atrevieron con una versión de If I needes someone de The Beatles, grupo al que sustituyeron en el club The Cavern cuando los de Liverpool empezaban a subir como la espuma.

Pese a su estatus en Inglaterra y un montón de canciones que se radiaban de modo habitual, lo cierto es que los Hollies no lograban llamar la atención al otro lado del océano. Sin embargo, sería en los Estados Unidos donde Nash encontraría su futuro y escribiería las mayores páginas de gloria de su carrera.

Siendo novio de la cantante Joni Mitchell y en casa de esta, asistió a los intentos de dos amigos de Joni de armonizar las voces en el tema You Don’t Have to Cry. Aquellos amigos eran David Crosby, ex The Byrds, y Stephen Stills, ex Buffalo Springfield. Nash les preguntó si podía unir su voz a la de ellos y el resultado les dejó las cosas claras a los tres: tenían que hace un grupo juntos. Nash regresó a Londres a despedirse de los Hollies, cosa que no les sentó nada bien a sus compañeros, y rápidamente retornó a los Estados Unidos a perseguir junto a sus dos nuevos socios ese sonido folk rock en el que las armonías vocales alcanzaron el punto más álgido dentro de la historia de la música popular del siglo XX.

Ni los egos, los fuertes caracteres del trío, que se sumó en seguida y de modo intermitente Neil Young, ni tan siquiera el abuso de drogas que fue el paisaje natural de la epopeya hippie fue capaz de destruir una alianza musical que ha cristalizado en joyas como Marrakesh Express, Suite: Judy Blue Eyes, Our House o Teach your children. Estos temas son la banda sonora de la época de Woodstock y la generación del amor, aunque su belleza sigue vigente aún en nuestros días.

Pero, alternada con la labor junto a Stills y Crosby –y a veces reducida esta actividad a dúo junto a Crosby-, Graham Nash mantiene también una delkiciosa discografía en solitario que incluye gemas como Wild Tales, Earth & Sky o Reflections. Tras recibir en 2010 la Orden de Caballero del Imperio Británico de manos de la reina llegaron años de zozobra emocional que desembocaron en el divorcio de su pareja desde hacía 38 años y un posterior enamoramiento de una artista neoyorquina, Amy Grantham. Este nuevo disco, This Path Tonite, viene a coronar esa etapa sentimental, convirtiéndose, según palabras del propio Nash, en el viaje emocional al presente: Un presente refllejado en preciosas canciones de ambiente íntimo, como Myself At Last, Another Broken Heart, Golden Days o la que da título al álbum. Canciones que devuelven la figura de Graham Nash al esplendor de sus mejores año como artista.