Chueca para foodies

Categoría: LGTB 26 enero 2017

Por mis post me juzgareis. Y como lo sé, hoy he decidido dejar de lado por un día los bares y la vida nocturna, no vaya a ser… Cierto es que la vida gay madrileña va en numerosas ocasiones de la mano de la luna y que la noche es nuestro mejor medio ambiente. Pero hay vida más allá de los clubes. Doy fe. Hoy os propongo un picoteo, una comida tranquila, un afterwork o una cita romántica. Pero sobre todo os propongo poner en valor uno de los mayores tesoros de Madrid: su gastronomía. Y por aquello de no salirnos del tiesto, hoy hablamos del barrio más plural de la ciudad; en ocasiones, un eterno olvidado. He aquí mi selección de direcciones de Chueca donde alternar y abrir boca sin olvidarnos del ligoteo. Disfruten.

LA CARMENCITA

Mi preferida. La que fuera la segunda taberna castiza más antigua de Madrid (data de 1854) ha sido recuperada y adaptada a la vida moderna para hacernos degustar los más suculentos bocados. Negronis para la tarde, un vermú para el aperitivo o una comida caliente de cazuelita 2.0. Caras conocidas, chicos monos y un ambiente cosmopolita y pichi a la misma vez. Rabas, tartas ecológicas, espejos vintage y todo lo que el hombre moderno pueda necesitar. Una dirección imprescindible si buscas gastronomía cuidada y ambiente exquisito. Y no te pierdas sus tertulias y demás citas culturales.

EL TIGRE

Alguno de escandalizará viendo esta dirección entre mis rincones foodies de Chueca. Digamos que en El Tigre no vas a encontrar escalibadas de verduritas liofilizadas ni matchas de autor. Sin embargo, es el lugar perfecto cuando la cartera no acompaña y necesitas una inyección de comida tradicional española, entre cañita y cañita. Perfecto para ir con las amigas cuando no hay tiempo para una cena sentadas, para llenar el estómago un domingo de resaca o para la media tarde, cuando aún no quieres cenar pero ya se te ha abierto el estómago. Abre sus puertas de madera y cristal, pide una cañita y como por arte de magia verás desfilar platos rebosantes de croquetas, bravas y otros suculentos manjares. Con hambre no te quedarás.

LA COCINA DE SAN ANTÓN

Pocas cosas hay tan castizas que una tarde de mercado. Una moda que llegó hace no tanto a Madrid y que ha venido para quedarse. Son muchas las direcciones con las que los madrileños contamos para hacer la compra y quedarnos a tomar un albariño premium. Pero de entre todas ellas, hay una donde la ratio de gente guapa por metro cuadrado se hace especialmente elevada. La Cocina de San Antón es una opción perfecta para esa cenita romántica o una noche de amigos. Su polifacética carta, su ambiente cálido y su localización en pleno corazón de Chueca hace de este restaurante de altura (por aquello de estar en la azotea) sea una opción más que recomendable para la comida o la cena.

BARRA M

Hablamos de la última propuesta de Omar Malpartida, la mente (y el delantal) tras restaurantes de éxito en la ciudad como Tiradito. Para esta ocasión, un espacio de aires industriales, taburetes altos, precios abultados y raciones de la mejor comida peruana. Concretamente, una reinvención de la comida peruana callejera. Recetas que beben de diferentes lugares del mundo desde México a Perú pasando por el sureste asiático y una cocina súper elaborada presentada con pretendida informalidad. Un templo gastronómico aterrizado apenas hace unos meses en la capital que prevé convertirse en la nueva dirección de moda para los verdaderos amantes del ceviche o el ají de gallina.

LA TITA RIVERA

No es el mejor sitio de Chueca pero es una de esas opciones con las que siempre puedes contar. Y eso es de agradecer. La Tita es ese rinconcito para cuando solo quieres contarte la vida con ese amigo que hace tiempo que no ves y, ya que te pasas por Chueca, dejarte ver por el barrio. Sus sidras y cervezas son un aperitivo ideal para un piscolabis sin pretensión. Y si te pica el gusanillo, siempre puedes probar sus snacks y aperitivos mexicanos. Lo mejor: su verde terraza interior; un remanso vegetal en el asfalto de Chueca.

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