El Madrid de Luces de Bohemia

Casa Ciriaco, en la calle Mayor, es el punto de partida de La Noche de Max Estrella.

El día 7 de abril Max Estrella, protagonista de la obra de Valle-Inclán, volverá a recorrer las calles de la ciudad con motivo de la celebración de La Noche de los Teatros. Organizada por el Círculo de Bellas Artes, este singular paseo, acompañado de actores, es todo un clásico que solo ocurre una vez al año. Es gratis y cada cual se puede sumar en el momento de la ruta que más le apetezca.

Ramón María del Valle-Inclán

Altivo e irónico, Ramón María del Valle-Inclán fue, junto a Unamuno y Pío Baroja, uno de los autores más destacados de la Generación del 98, marcada por un fuerte pesimismo. Pero el autor gallego también fue un renovador indiscutible del teatro europeo. Además de por su poblada barba y sus quevedos, era reconocible porque le faltaba el brazo izquierdo, que perdió tras un altercado con un periodista en el Café de la Montaña… Pero de eso ya hablaremos más adelante. Ahora toca hablar de una de sus obras más notables, Luces de Bohemia, con la que inauguró el género del esperpento, mezcla de tragedia, sátira y humor.

Casa Ciriaco

Con 21 años ya a sus espaldas La Noche de Max Estrella se celebra todos los años con motivo del Día Mundial del Teatro, que, como en este 2018 cayó en Semana Santa (27 de marzo), se ha pospuesto hasta el sábado día 7. Es una de las muchas actividades que ocurrirán en el marco de esta fiesta, quizás la más esperada. Primera parada: Casa Ciriaco (Mayor, 84), el restaurante que ocupa el lugar en el que Valle-Inclán situó la Cueva de Zaratustra, la librería en la que Max Estrella, poeta ciego, es traicionado por el librero y su amigo. A las 18:00 h un grupo de jóvenes actores declamarán frente a su puerta versos de Rubén Darío, cantor de la juventud modernista.

Chocolatería de San Ginés

A las 19:00 h la comitiva de bohemios tiene una cita en la plaza de San Miguel, donde vivió Calderón de la Barca. Allí se rendirá un especial homenaje a uno de sus discípulos, el dramaturgo Agustín Moreto y Cavana, autor de, entre otras obras, El lindo don Diego, al que dará voz el actor Jacobo Dicenta. El periplo continúa rumbo a la Buñolería Modernista, en la plaza de San Ginés, a dos pasos de la iglesia del patrón de los comediantes. En realidad, esa buñolería, fundada en 1894, es la Chocolatería de San Ginés (pasadizo de San Ginés), en la que Valle-Inclán imagina el encuentro de Max Estrella con los jóvenes de su tiempo. Para recordarlo, tres jóvenes dramaturgas leerán pasajes de Femeninas, una serie de relatos de don Ramón.

Puerta del Sol, con la Real Casa de Correos de fondo.

A las 20:00 h ya estaremos en la Puerta del Sol, con dos escenarios. El primero frente a la Casa de Correos, antiguo Ministerio de Gobernación, a donde Max Estrella llega detenido por escándalo público. Aquí se revivirá su diálogo con el preso Mateo antes de dirigirnos hasta el edificio que hoy alberga la tienda de Apple, en el que en sus tiempos, abría sus puertas el Café de la Montaña. Alumnos de la Escuela de Esgrima de Madrid recrearán el enfrentamiento entre Valle-Inclán y Manuel Bueno, en el que el escritor perdería su brazo.

En la calle Álvarez Gato, en el bar Las Bravas. Ahí están los espejos cóncavo y convexo.

Después nos adentraremos en el Barrio de las Letras a través del Callejón del Gato, en la calle Álvarez Gato, la catedral del esperpento según el propio dramaturgo. ¿Y por qué? Por sus espejos cóncavos y convexos, que proyectan una imagen deformada de los transeúntes. Hoy forman parte del bar Las Bravas. Este es un momento cumbre en la ruta: Emilio Gutiérrez Caba y Manuel Galiana darán voz a Max y don Latino de Hispalis.

Valle-Inclán fue presidente del Ateneo de Madrid.

Tras hacer una parada en la plaza de Santa Ana, llagamos ya al Ateneo de Madrid, institución presidida en 1932 por don Ramón, que vivió también aquí durante ese año, en la que se podrá ver una representación de la escena IV de Luces de Bohemia. Una parada en la plaza de las Cortes, frente a la estatua de otro ilustre manco, Miguel de Cervantes, y ya alcanzaremos el destino final: el Círculo de Bellas Artes. El colofón no puede ser mejor: teatro, música… ¡y chocolate con churros!