Axel Hotels es la primera cadena de hoteles orientada específicamente al colectivo LGTBI, con un gancho comunicativo que a mí me encanta: “hoteles heterofriendly”. ¿Su filosofía? Crear espacios de diversidad pensados y abiertos para todos, en el que todo el mundo se sienta muy bien acogido. En nuestra ciudad abrió hace unos meses el Axel Madrid, en el número 49 de la céntrica calle Atocha, decidido a convertirse en un referente.
Pero claro, si perteneces al colectivo LGTBI podrás ver y sentir multitud de señales, algunas más sutiles que otras. Nada pasa desapercibido desde que entras por el pasillo que precede a la recepción. Llaman la atención la sensual decoración de muchas de sus habitaciones, los neones que lucen desde la entrada hasta el patio central, los colores pastel de rabiosa actualidad y su magnífica terraza con piscina climatizada, para refrescarse durante el verano tomando un zumo de tomate que combine a la perfección con el mar rojo de tejados del Barrio de las Letras, castizo a más no poder.
Toda esta estética ochentera encaja de maravilla con el emblemático edificio del siglo XIX en el que se aloja este hotel. En la planta noble se ha mantenido el diseño original del inmueble gracias a un minucioso trabajo de restaurado a mano, que ha permitido mantener puertas, paredes y frescos en los techos. Os aconsejo especialmente su acogedora y elegantísima salita de lectura ubicada en esta planta, clásicamente moderna.
Una de las grandes novedades del hotel es su restaurante: Las chicas, los chicos y los maniquís. La movida madrileña es la influencia protagonista del diseño y del discurso gastronómico, que incluye tapas y platillos tradicionales con un nuevo enfoque y servidos en atrevidas presentaciones. Ya sabemos que de Madrid al cielo, pero en el caso del Hotel Axel, también al subsuelo ya que cuentan con una cueva llamada Bala Perdida, una suerte de bar escondido en el que es posible continuar tras un largo día tomando el sol en su terraza o donde marcarse un afterwork entre semana. Algo que hace único a esta cadena es su selección de perchas para colocar en la puerta de la habitación. Entre las habituales de “no molesten” o “por favor limpien la habitación” cuentan con una tercera que invita a las relaciones sociales con un sutil “por favor, moléstame”. Pues esto es lo que el Hotel Axel le dice a Madrid: por favor moléstame y entra a disfrutarme.