Torrijas para todos

Así preparan las torrijas en el restaurante del Hyatt Centric Gran Via Madrid

Esta es toda una oda a la torrija clásica. Esa que, en España, y, sobre todo en Madrid, se consume con auténtica devoción en cuanto llega la Semana Santa. O no. Porque en nuestra ciudad también hay bares y restaurantes donde se pueden degustar durante todo el año. Si os gusta tanto como a mí este dulce, leed con atención.

Torrijas de El Horno de San Onofre, entre otros dulces típicos de Semana Santa.

Del siglo XV es la primera referencia que tenemos de las torrejas -así se llamaban entonces- que, como todos sabréis, son rebanadas de pan, bañadas en leche o vino, rebozadas en huevo y fritas. Con un toque de azúcar, miel o canela final. En aquellos tiempos era habitual ofrecérselas a las parturientas ya que se creía que actuaban como reconstituyente. Su vinculación a la Semana Santa se debe, quizás, al aprovechamiento del pan que quedaba sin comer durante los días de vigilia. Al no poder comer carne durante estos días sobraba bastante. También hay quien dice que fueron las monjas quienes lo popularizaron durante estas fechas del calendario para llenar el estómago con poca comida pero contundente después de los días de abstinencia.

En La Casa de las Torrijas sirven este dulce, acompañado de vino, durante todo el año

Pero, atención, en Madrid hay lugares donde es posible saborear este riquísimo dulce durante todo el año. Uno de ellos es La Casa de las Torrijas. ¡Os animo a que la busquéis! Está en la calle de la Paz, muy cerquita de la Puerta del Sol, y sirven las torrijas acompañadas de un vasito de vino dulce. Esa es la tradición: tomarlas acompañadas del típico chato. Es una taberna pequeñita, muy castiza, con sus azulejos y todo, fundada en el año 1907. La receta es un secreto, sea cual sea la versión con la que os quedéis, ya que aquí las hacen de leche o de vino. En plena Semana Santa sirven… ¡2.000 torrijas diarias! Otro clásico donde podéis pedir torrijas durante todo el año es El Anciano Rey de los Vinos, justo enfrente del Palacio Real, servidas con un vino dulce de elaboración propia.

Las torrijas de Latasia acaban de recibir un premio. ¡Hay que probarlas!

Hace apenas unos días se celebró en nuestra ciudad el III Concurso de Torrijas de la Comunidad de Madrid, organizado por la Asociación de Pasteleros de Madrid, por la de Cocineros y Reposteros y por la de hoteleros. A mí me hubiera encantado catar todas las propuestas porque el jurado pudo degustar 38 tipos diferentes de torrijas, ahí es nada. Hubo muchos premiados, porque cada asociación elegía las que más le gustaba. El galardón al restaurante con la mejor torrija tradicional fue a parar a manos de Latasia, una casa de comidas en el paseo de la Castellana donde se funden los sabores de tres culturas gastronómicas diferentes: Perú, Singapur y España. ¿El truco? Pues la mezcla donde bañan el pan. A saber: leche, nata, huevos camperos, azúcar y, aquí esta el primer truco, vainilla. ¿Algo más? Sí, en vez de freírlas, las caramelizan.

En el restaurante del hotel Hyatt Centric Gran Via Madrid este año apuestan por las torrijas

También fueron premiadas, por su corte tradicional, las del Café de la Ópera, en el Hotel Ópera, junto al Teatro Real. Otro hotel que apuesta este año por las torrijas es el Hyatt Centric Gran Via Madrid, en cuyo restaurante, Hielo y carbón, las preparan con pan brioche. Aquí untan la rebanada de pan en leche infusionada con anís estrellado, canela y piel de naranja y limón (siempre con cuidado para que no amargue). Para la presentación utilizan una mezcla de azúcar, canela y un delicioso almíbar de miel de flores.

En un bol. Así sirven las torrijas en el Bowl Bar

Y es que la presentación también es muy importante a la hora de servir una buena torrija. En el restaurante Los Galayos, establecimiento centenario de la Plaza Mayor, las acompañan de helado de turrón. Y en El Corral de la Morería, ¡con helado de plátano! Sorprendentes, y muy top, son las del Bowl Bar, ese bar a dos pasos del Templo de Debod que se ha hecho famoso porque su comida, desde un guiso japonés hasta unas croquetas, se sirven en bol. ¡Las torrijas también! Eso sí, las preparan con los croissants que les sobran del día.

El pan con el que hacen las torrijas en Viena La Baguette es muy especial

No hace falta decir que las mejores torrijas son las que hace uno en casa. Pero para aquellos que prefieran que se las den ya hechas, os recomiendo algunas pastelerías que nunca os fallarán si lo que queréis es quedar bien: el Horno de San Onofre -las tienen de vino y leche-, El Riojano, más caseras imposible, y Manacor, con ocho locales distribuidos por todo Madrid, donde las hacen con pan brioche al que le dan un toque de naranja. Además, las fríen muy rápido para que el interior de la torrija siga conservando la jugosidad que aporta la leche. También me gustan las de Viena La Baguette, un obrador centenario cerca del Metro de Plaza Elíptica en el que utilizan para su elaboración harinas del mundo procedentes de diferentes cereales. Solo para golosos: ¡las hay de chocolate! Podéis comprarlas también en la tienda que tienen, Viena La Crem, en la calle Santa Brígida, al lado de la calle de Fuencarral.