Rosaleda. © Álvaro López del Cerro.

Durante estas semanas de confinamiento, muchos madrileños esperábamos impacientes la apertura de los parques. Por fin, desde el pasado lunes 25 de mayo, El Retiro volvió a ser «el jardín de los que no tienen jardín», como decía el escritor Ramón Gómez de la Serna. Una manera especial de reencontrarse con este lugar histórico, propuesto por el Ayuntamiento de Madrid para que forme parte de la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, es seguir la senda botánica diseñada por el Centro de Educación Ambiental.

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