Rosewood Villa Magna: nuevo destino gourmet

Categoría: Comer y beber 29 marzo 2022

 

Ravioli de marisco con crema de cigalas y crujiente de tinta de calamar, del restaurante Amós.

Largamente reconocido por los viajeros internacionales más exigentes, el icónico hotel madrileño acaba de reabrir sus puertas bajo una nueva denominación, Rosewood Villa Magna. Elegancia y tranquilidad se funden en este cinco estrellas, que cuenta con 154 habitaciones y suites y una espectacular oferta gastronómica que lo convierte en todo un templo para gourmets.

Desde el mismo día de su inauguración, en 1972, hace ahora justo 50 años, el Villa Magna, ubicado sobre el solar que en su día ocupó el Palacio de Anglada, en pleno paseo de la Castellana, siempre ha sido sinónimo de lujo. Aunque el ambiente de entonces se ha conservado, muchas cosas han cambiado tras su reciente reinauguración. El arquitecto Ramón de Arana ha sido el encargado de remodelar su llamativa fachada y acceso al edificio, que cuenta ahora con nuevos jardines que, diseñados por el paisajista Gregorio Marañón,  adoptan diferentes tonos cromáticos según la estación del año. Ya en el interior, Bar Studio ha querido mejorar el confort y la sensación residencial dentro de este gran refugio urbano, para que pueda ser un hogar tanto para los huéspedes como para los madrileños que acudan, quizás, a disfrutar de su extensa oferta gastronómica.

Restaurante Amós

Jesús Sánchez

El restaurante Amós, comandado por el chef de origen navarro Jesús Sánchez, galardonado con tres estrellas Michelin en su restaurante de Cantabria, es el buque insignia del hotel. “Queremos que comer en Amós sea un viaje al norte, a sus productos, a sus elaboraciones tradicionales, el mar y la huerta. Un viaje en el que reconocer un territorio, un viaje reconfortante”. Así se explica este grandísimo cocinero, que presenta en Madrid algunos de sus platos más célebres del Cenador de Amós así como innovadoras creaciones.

Tarta cremosa de almendra

Alcachofa y cardo estofados en su propia crema, cocido vegetal de caricos con asado de calabaza, ravioli de marisco con vegetales y crema de nécoras, taco de merluza con salsa verde y berberechos, los callos del Abuelo Amós o quesada pasiega con helado de mantecado son algunos de los platos que forman la oferta gastronómica de Amós, orientada hacia una «sublimación de lo cotidiano» y dividida en dos opciones: Carta Memoria y Propuesta Esencia.

Las Brasas de la Castellana

Este segundo restaurante es un espacio cambiante, que refleja el ambiente dinámico y acogedor de la ciudad de Madrid. Las Brasas de la Castellana es un espacio madrugador, que abre sus puertas para comenzar el día con diferentes opciones que van desde el desayuno continental hasta el que cada cual puede elegir a la carta. Cuenta con una llamativa open kitchen en vivo que permite crear una experiencia visual inmejorable que conecta con el comensal. Las opciones a mediodía van desde el clásico tapeo madrileño, con raciones y medias raciones (calamares, patas bravas…) hasta preparaciones más elaboradas, principalmente de carne y pescado. A la hora de la cena, ofrece platos para compartir con opciones de mar y tierra, haciendo hincapié en los productos de temporada del rico recetario español, verduras, mariscos y platos a la parrilla, desde pulpo a morrillo de atún, solomillo y hamburgesas.

Tarde. O

Tarde. O nace con la vocación de convertirse en un punto de encuentro para huéspedes y madrileños. Refleja la calidez y el espíritu de un club inglés, con un ambiente un poco más formal para disfrutar de una amplia variedad de ginebras nacionales e internacionales de primer nivel cuidadosamente seleccionadas, un buen whisky o un brandy. El bar invita a relajarse con una increíble selección de excelente coctelería clásica y gin tonics personalizados por sabores preparados por un apasionado barman, Carlo.

La Terraza de Tarde. O

Este es, sin duda, el corazón de Rosewood Villa Magna, un espacio que respira el espíritu de las terrazas de Madrid, parte importante de la vida y el paisaje de la ciudad. Un lugar para saborear un vermú o unas tapas (croquetas de carabinero, bocadillo de calamares, mini hamburguesas de ternera gallega…) entre amenas charlas que pueden prolongarse durante todo el día. Abierta los 365 días del año, la terraza, rodeada de exuberante vegetación, evoca el diseño de un hermoso jardín con plantas de temporada y preciosas flores.

Flor y Nata

A los huéspedes que busquen la calma total, les encantará Flor y Nata, un espectacular espacio en forma de pastelería abierto a cualquier hora del día. Frente a una gran chimenea es posible tomar un café o una merienda, además de opciones ligeras para el almuerzo y la cena. Aquí hay de todo: aperitivos, tortillas, ensaladas y, sobre todo, una repostería variada y refinada a cargo del chef pastelero Emanuel Alvés, disponible para llevar. También sirven el tradicional Afetrnoon Tea (desde las 16h hasta las 19:30h) acompañado de bollería casera y sándwiches de huevo o pepino.

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