Ravioli de marisco con crema de cigalas y crujiente de tinta de calamar, del restaurante Amós.

Largamente reconocido por los viajeros internacionales más exigentes, el icónico hotel madrileño acaba de reabrir sus puertas bajo una nueva denominación, Rosewood Villa Magna. Elegancia y tranquilidad se funden en este cinco estrellas, que cuenta con 154 habitaciones y suites y una espectacular oferta gastronómica que lo convierte en todo un templo para gourmets.

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