Aladdín, un musical ¡genial!

Seamos sinceros: vivir en un mundo ideal y que se cumplan todos nuestros deseos, o por lo menos tres, es el sueño de cualquiera. Una fantasía que se hace realidad durante dos horas y media en un exótico y remoto lugar escondido en plena Gran Vía, casi esquina con la plaza de España. Y es que, en pleno centro de Madrid, se abre ante nuestros ojos la misteriosa y seductora ciudad de Agrabah… Para visitar su alegre zoco solo hay que adentrarse en el Teatro Coliseum y dejar que comience la aventura. Porque eso es exactamente lo que es Aladdín, una aventura repleta de emociones, sobresaltos, sorpresas, amor y todas esas cosas que ocurren cuando en escena se encuentran los malos con los buenos.

Los muy fans de todo cuanto hace Disney sabrán que este musical que acaba de cumplir justo un año en nuestra cartelera es una fiel transposición de la película animada que allá por 1992 llevó a la gran pantalla la historia de Aladino, un ladrón con buen corazón que protagonizaba uno de los cuentos de Las mil y una noches. Logró dos premios Oscar -a la mejor banda sonora, compuesta por Alan Menken, y a la mejor canción, A Whole New World– y, lo que es más importante, convertirse en el filme favorito de toda una generación. O más de una, visto lo visto el otro día en el patio de butacas, con público de todas las edades repitiendo palabra por palabra los diálogos y coreando cada uno de los temas.

Lo confieso: no he visto la película. Pero hasta a los novatos como yo les resulta sencillo trasladarse a otros mundos nada más entrar en el teatro. Para que ese viaje sea inolvidable, ahí va una propuesta: la Dream Experience. ¿Y qué es? Pues una entrada muy especial, con asiento reservado en las mejores localidades de platea y varias actividades y experiencias incluidas. La primera de ellas, hacerse una foto con fondo a elegir -cielo estrellado, cueva del tesoro…- para llevarse de recuerdo. También nos permitirá rememorar nuestra visita un tatuaje, quizás en forma de lámpara maravillosa, y una botella con arena de colores personalizada que encerrará, hasta que se cumpla, el deseo que hayamos elegido. Ya metidos en nuestro papel recorreremos el backstage, junto a un guía que nos descubrirá un montón de curiosidades. ¿Alguien tiene idea de cuánto tarda un actor en cambiarse de traje? ¡Veinte segundos!

Entre bambalinas, tras el telón, sabremos lo que es un horno de pelucas, dónde esconden sus micrófonos los actores, los detalles de cada objeto que aparece en el escenario por pequeño que sea o incluso cuál es el traje con más cristales de Swarovski de entre todos los que componen el vestuario, hecho a medida. ¡Ese es el reto! ¿Sabréis averiguar cuál es? No es fácil: todos brillan mucho… En el entreacto, nuestra Dream Experience nos permite degustar, en un reservado decorado al más puro estilo Aladdín, un cóctel -¡recubierto con algodón de azúcar! y auténticas delicias árabes, entre las que no faltan los baklaba. Hay más sorpresas y regalos, pero mejor será que los descubráis en primera persona.

El musical, que ya han visto en Madrid más de 500.000 personas, es un derroche de color, alegría y fiesta, con todo un momentazo: el instante en que Aladdín se eleva hasta el cielo junto a Jasmine, la rebelde princesa, en una alfombra voladora. Pero, ¿cómo lo hacen? Seguramente sea cosa de magia… Los actores y actrices que componen el reparto están fantásticos. Algunos se meten en la piel de personajes muy divertidos, como Iago, el fiel lacayo del malvado Jafar, que en la película es un loro, o los tres amigos del protagonista, que en la versión original eran uno solo, un mono, Abú, un poco dado a la cleptomanía.

Eso sí, el genio es lo más genial que hayamos visto nunca antes en la Gran Vía. El reto es difícil: estar a la altura del increíble Robin Williams, que prestó su voz y su particular sello a ese ser azul tan entrañable y alocado que supo conquistar a la audiencia. Pero, ¡misión cumplida! No os perdáis la ocasión de asistir a este sensacional espectáculo, producido por Stage Entertainment, responsable también de El Rey León -a solo unos pasos, en la acera de enfrente- y salir cantado a pleno pulmón: ¡Gloria al gran Alí! Así que ya lo sabéis: Agrabah y sus misterios os están esperando.