San Francisco el Grande por dentro

Categoría: Arte y Cultura 24 junio 2024

Real Basílica de San Francisco el Grande. Foto: ASL.

En el casco antiguo de Madrid, cerca del Palacio Real, se alza un edificio neoclásico cargado de historia, que tiene una gran sorpresa en su interior. Al cruzar la puerta de entrada y mirar hacia arriba aparece ante nuestros ojos una cúpula de 33 metros de diámetro y 70 metros de altura. Hay que viajar a Italia para encontrar otras que la superen, como las de San Pedro del Vaticano y el Panteón de Agripa, en Roma, o la de Santa María del Fiore, en Florencia.

Foto: ASL.

Esta joya artística situada en el corazón de Madrid es la basílica de San Francisco el Grande. Está construida en los terrenos de un antiguo convento que, según dice la tradición, fundó san Francisco de Asís en 1217. El conjunto consta de ocho paneles, con pinturas ejecutadas al óleo sobre yeso, y cuenta con vidrieras fabricadas por la prestigiosa casa Mayer, de Munich, sobre cartones de Roberto Plaza y Francisco Amérigo.

Una linterna de 5,80 metros de diámetro por 13 metros de alto corona la cúpula monumental. En su arranque destacan las figuras de 12 apóstoles realizadas en mármol blanco de Carrara, de 2,85 metros de altura. Mariano Benlliure, Elías Marín y Juan Samsó son algunos de los autores de estas grandes esculturas.

Foto: ASL.

La primera piedra del templo, de planta central y circular, se colocó en 1761 siguiendo los planos de fray Francisco Cabezas, que estuvo siete años al frente de las obras, hasta que se hizo cargo Antonio Plo y Camin, quien consiguió cerrar la cúpula. Tras un parón por motivos económicos, se reanudaron los trabajos años más tarde bajo la dirección del arquitecto Francisco Sabatini y en 1784 fue inaugurado por el rey Carlos III en una misa solemne. La fachada principal tiene orientación Este y está formada por dos cuerpos; el inferior, con dos arcos de medio punto, y el superior, con un frontón triangular. Siete puertas de doble hoja talladas en nogal y realizadas por Antonio Varela y Agustín Mustieles dan acceso al recinto.

En el siglo XIX, con motivo de la Desamortización de Mendizábal, los franciscanos fueron expulsados y el templo pasó al Estado. Se pensó que fuera el Panteón Nacional y llegó a albergar los restos de personajes tan importantes como Pedro Calderón de la Barca o Garcilaso de la Vega. Posteriormente fue reformada y se reabrió al culto público. Los franciscanos volvieron a recobrar el título de propiedad del complejo en 1926.

Un lienzo de Francisco de Goya

En el interior de San Francisco el Grande se encuentran importantes piezas pictóricas de los siglos XVIII y XIX. En una de sus capillas hay un lienzo de Goya que representa a San Bernardino de Siena predicando ante Alfonso V de Aragón. Es de grandes dimensiones (7,80 por 3,65 metros) y entre sus personajes aparece un autorretrato del propio autor.

Foto: Álvaro López del Cerro.

Esta obra forma parte de las pinturas murales y lienzos que adornan las capillas del templo, declarado basílica en 1960 y monumento histórico artístico veinte años después. Hay seis capillas simétricas, además de la capilla mayor. Carlos Luis de Ribera decoró una de ellas dentro de la corriente del renacimiento italiano.

En San Francisco el Grande también hay pinturas de Zurbarán, Martínez Cubells, Alonso Cano, Francisco Jover, González Velázquez, Luis Menéndez Pidal, Francisco Ribalta o Lucas Jordán. Algunas de las piezas de gran valor se encuentran en las galerías de su propio museo, con varios depósitos del Museo del Prado.

Visitas guiadas

La entrada general al centro cuesta cinco euros y cuenta con tarifas reducidas para pensionistas, menores de edad y otros grupos. Los jueves es gratuita y también se pueden realizar visitas guiadas.

Tags: , , , ,
 
Arriba