Idomeneo, rey de los refugiados

Foto: Javier del Real

Idomeneo, la ópera de Mozart que puede verse estos días en el Teatro Real, es un alegato a favor de la convivencia, la paz y el amor que el director de escena Robert Carsen ha querido actualizar con referencias explícitas a la tragedia migratoria de los últimos años en el Mediterráneo.

Se abre el telón y lo que vemos, aunque parezca una imagen del telediario, es una escena provocada por la mítica Guerra de Troya, relatada por Homero y por tantos otros escritores a lo largo de todos los tiempos. Los cantantes dicen Troya pero podrían decir Siria. Hablan de Creta pero podrían hablar de Lampedusa, Ceuta o Melilla. Aunque la crítica disienta de cierto efectismo en el montaje, por aprovecharse de un drama humano para hacer espectáculo, lo cierto es que gracias a una extraordinaria dirección de arte, Idomeneo alcanza una contundencia enorme que lo aproxima a la denuncia sin renunciar a la belleza.

Foto: Javier del Real

La tragedia es la del rey de Creta, Idamante, que se ve obligado por Neptuno a elegir entre la felicidad de su pueblo y la vida de su propio hijo, Idomeneo, enamorado de Ilia, princesa de Troya y por lo tanto una de los refugiados que huyen de la guerra. A partir de aquí se van hilando una serie de recitativos, arias y coros –muy emocionantes los de la segunda mitad– hasta un desenlace que ojalá fuera el de este turbulento siglo XXI. Mozart compuso la partitura con tan sólo 24 años para un libreto de Giambattista Varesco por encargo del príncipe elector de Baviera, Carlos Teodoro. Según recordaría su viuda tras la muerte del genio este sería en un momento muy feliz de su vida, cuando dejaba atrás la tutela del padre y de su antiguo gran mecenas, el arzobispo de Salzburgo. Hoy se considera la primera gran ópera de Mozart.

Cabe destacar la dirección musical de Ivor Bolton y la sobrecogedora interpretación de Eleonora Buratto, en el papel de Elettra, que consigue emocionar al público haciendo tangible un desamor descrito hace más de doscientos años. Como viene siendo habitual el estreno de Idomeneo, que podrá verse en Madrid hasta el 1 de marzo, viene acompañado de una serie de actividades en la Biblioteca Nacional, el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Lázaro Galdiano y el British Council.