Los utensilios de cocina, los muebles, las prendas de vestir, las imágenes religiosas o los instrumentos de música que forman parte de la colección de Fomento Cultural Banamex reflejan la extraordinaria fantasía de la tradición artesanal iberoamericana. Hasta el 30 de junio el Teatro Fernán Gómez Centro de Arte acoge una muestra con obras de los grandes maestros que hoy siguen reproduciendo técnicas centenarias de origen precolombino, portugués o español.
“Plumas de pájaro y colibrí pegadas con cera de Campeche con marco de concha de nácar policromada” leo en la cartela de Cuadro del bicentenario, una obra que conmemora la independencia de México y que pone en práctica dos técnicas propias del periodo virreinal: el emplumado y del enconchado. Por cierto, su autor es Marcelino Eduardo Sánchez Rodríguez, un maestro que presenta dos cuadros en esta exposición. Y digo maestro porque quiero reivindicar el talento de estos artesanos, a veces relegados a la marginalidad del art brut o del mero souvenir turístico.
Ésta y otras maravillas forman parte de la exposición Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica, que además incluye obras de Portugal y España, aunque aquí lo de menos parece ser la procedencia, ya que la muestra se organiza en torno a los materiales con los que han sido realizadas las piezas. Así por ejemplo, en las salas dedicadas al barro se presentan obras modeladas a mano, con engobes, bruñidos o ahumados de origen precolombino, junto otras que reproducen la cerámica europea. La madera, la fibra vegetal, la piel, la piedra, el papel, los textiles o el metal son los materiales de la mayoría de piezas de esta exposición, sin embargo sorprenden por su extrañeza las figuritas hechas con miga de pan teñida y barnizada, propias de Ecuador, o de crin de caballo, características de Chile.
En la exposición se muestran tanto piezas únicas hechas por encargo, como otras seriadas, que el visitante puede adquirir poniéndose en contacto directamente con los talleres. Lo que importa no es sólo el material con el que están hechas, sino también su fidelidad a la tradición artesanal iberoamericana. De tal forma que al lado de alhajas de fluorita, obsidiana y ámbar, hay otras de hueso, semillas y coco; y además de objetos utilitarios, como vasijas, hamacas, huipiles o sombreros, hay obras puramente simbólicas, como los “árboles de la vida”, los nacimientos o el ninot de una falla de Valencia.
Cabe destacar que el dinero recaudado con las entradas de esta exposición irá destinado al programa de apoyo a los artesanos de Fomento Cultural Banamex. Porque aunque por momentos puedan parecer piezas históricas, todas las obras de esta exposición han sido realizadas en los últimos años por los grandes maestros del arte popular de Iberoamérica, que mantienen viva la llama de la tradición.