Todos los años el verano comienza en Madrid con las fiestas del Orgullo. Parece que es entonces cuando el calor aprieta de verdad. Como la programación no cabe en este pequeño post, he elegido una muestra que parece resumirlo todo. El Museo Lázaro Galdiano evoca en sus salas la mítica visita de Andy Warhol a Madrid en 1983, cuando Fernando Vijalde organizó en su galería la exposición Pistolas, cuchillos y cruces y se adelantó 40 años a muchas de las reivindicaciones LGTBI+ que estos días toman las calles de la ciudad.
Pocos artistas han sido tan versátiles como Andy Warhol. Era capaz de decir una cosa y la contraria al mismo tiempo, e incluso de no decir nada si los demás esperaban una respuesta inteligente. En su visita a Madrid recorrió el Museo del Prado en menos de quince minutos, durante los que se dedicó a fotografiar al público que miraba las obras de Goya y Velázquez y a echar un vistazo a la tienda de regalos. Todavía no existía Instagram ni TikTok, pero Warhol ya tenía algo parecido a un teléfono móvil en sus ojos. Parece que Toledo le resultó algo más interesante. Sin embargo, aunque sus palabras no parecían aportar nada nuevo, en la exposición que ha organizado la Colección Suñol Soler en el Museo Lázaro Galdiano se incide en la fascinación que suscitó el creador norteamericano en la Movida madrileña.
Y es que quizá las pocas palabras y los silencios de Warhol querían decir muchísimo: hablaba del futuro, ni más ni menos. Cuarenta años después esta exposición me reafirma en la idea de que fue un visionario. En la planta primera se exhiben dos retratos fabulosos: Mao Tse-Tung y Fernando Vijalde. El primero lo hizo en 1975, antes de visitar China. Se trata de una obra que pertenece a la serie 10 early Maos. De manera paradójica equipara al líder comunista con los nombres del stars system de Hollywood y las estrellas underground de la Factory. ¿Paradoja o ironía? Poco después viajó al país asiático. Cuando le dijeron que en Pekín no había un McDonald’s, el respondió que en el futuro lo habría. No se equivocaba. El segundo de estos retratos es el que le hizo a Fernando Vijalde, elevado también a la categoría de icono pop. Junto a él se muestra una de las obras que formaron parte de Pistolas, cuchillos y cruces y se exhibe la serigrafía de la serie 128 Ladies and gentelman. Al invitarlo a Madrid, Vijalde abrió el camino a mucho de lo que ha llegado en estos cuarenta años de movimiento perpetuo y de reivindicaciones LGTBI+.
Puede que Warhol pasara muy pocas horas delante del caballete; puede que no tuviera unas ideas muy sofisticadas sobre el dibujo y el color en la pintura; puede que no supiera casi nada de historia del arte y que además le diera exactamente lo mismo, pero Warhol fue un adelantado a su tiempo. Antes que nadie empezó a explorar en sus películas lo que hoy entendemos como género fluido: ni hombre ni mujer ni todo lo contrario. En la Factory, esa mezcla de agencia de representación de artistas, laboratorio publicitario y productora de música se mezclaban pintores en ciernes, modelos trans, playboys, grupos de pop, cineastas experimentales y poetas…a los que Warhol les dejaba hacer lo que les diera la gana, aunque todo acaba teniendo su sello. La foto de Richard Avedon Andy Warhol and Members of the Factory expresa esta misma idea mucho mejor que yo y también puede verse en el Museo Lázaro Galdiano.
La segunda parte de la exposición tiene por título Más que imágenes alteradas y reúne los retratos que le hizo a Warhol uno de sus pupilos. Este es Cristopher Makos, su compañero en el viaje a España para inaugurar la muestra en la galería de Fernando Vijalde. A imitación de Marcel Duchamp, transformado en Rose Sélavy en unas instantáneas que le hizo Man Ray, Warhol posa vestido de mujer ante la cámara de Cristopher Makos. ¿De mujer o con peluca? ¿De hombre o con corbata? Son Imágenes alteradas, nunca mejor dicho, tan difíciles de catalogar todavía hoy, que siguen hablándonos del futuro, con pocas palabras y los silencios, como solía hacer este artista, de algún modo casi un profeta.
La exposición Warhol & Vijande, cita en Madrid. Más que Imágenes Alteradas by Christopher Makos hasta el 21 de julio en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. En estos días del Orgullo, Con los que arranca el calor del verano, es un plan perfecto.