¿A qué suena Madrid?

Categoría: Diversión 15 julio 2015

Estanque de El Retiro

Si tuviéramos que elegir un género musical que se identificara con Madrid nos veríamos en un gran aprieto. Para muchos el pop-rock de la Movida sigue reflejando mejor que ningún otro estilo el carácter de los madrileños. Sin embargo hay quien apostaría sin dudarlo por el flamenco, declarado en 2010 Patrimonio de la Humanidad. El jazz, evocado en el ritmo frenético de la Gran Vía, o la música electrónica, tan propio de una ciudad que vive con intensidad la noche, estarían también al principio de esa lista imaginaria de los sonidos de Madrid. Iberia Express, La Noche en Vivo (Asociación de salas de conciertos y espectáculos), Noche Madrid (Asociación de empresarios de ocio nocturno de la Comunidad de Madrid) y nosotros hemos preguntado a un puñado de personas, buenas conocedoras de la ciudad, a qué suena, y esto es lo que nos han contestado. Por ejemplo, el maître del Corral de la Morería, Damián Romero, confiesa que cuando escucha flamenco y cierra los ojos le vienen a la cabeza las calles de Lavapiés, “uno de los barrios más castizos de Madrid”. Y no me extraña porque, además de ser una zona salpicada de terrazas, restaurantes y plazuelas llenas de encanto, “en Lavapiés el flamenco marca el ritmo desde el aperitivo de la mañana hasta las últimas tapas de la noche”. Aunque el flamenco es un género que invade toda la ciudad, no sólo Lavapiés, y cerca de la plaza de España se encuentran dos de los tablaos más conocidos, Las Tablas y el Café de Chinitas.

Corral de la Morería

A jazz suenan muchos de los cuadros del Museo Thyssen-Bornemisza. Se sabe que Jackson Pollock pintaba al ritmo de Duke Ellington. Yla ciudad de Berlín, tantas veces retratada por los pintores alemanes de los años 30 -parte sustancial de la colección- suena, siempre, a jazz. Me cuenta Carmen Llorente, guía oficial del museo, que “muchos de los cuadros desprenden un inconfundible aroma jazzístico y muchísimos otros recuerdan a aquel trompetista genial o a aquella vocalista de voz ronca”. Una buena forma de completar la visita al Thyssen-Bornemisza puede ser acercarse a cualquiera de los conciertos de jazz que programan regularmente la sala Clamores, Bogui Jazz o El Despertar.

Para el diseñador Moisés Nieto, Malasaña sigue siendo el hervidero de las nuevas tendencias. “En los años ochenta”, me explica, “Malasaña fue el epicentro de la Movida madrileña, uno de los momentos míticos de la cultura pop en español”. Hoy la mejor música independiente se escucha en salas repartidas por toda la ciudad, como Moby Dick, El Sol o Siroco, pero Malasaña sigue siendo el barrio donde se encuentra la gente más moderna de Madrid y una zona de compras alternativas muy sugerente.

Joy Eslava

La noche en Madrid parece no acabarse nunca, alargándose en sesiones de música electrónica. El DJ Anthony May afirma que, sin duda, es una de las más divertidas del mundo. “Aquí la gente sale a mezclarse y a divertirse sin prejuicio alguno. Da igual el día que elijas, siempre hay algún local abierto, desde los más tranquilos para charlar a gusto, a los más locos, donde quemar la noche es casi inevitable”. Entre los locales que ningún noctámbulo debería perderse están el Bar Museo Chicote, Joy Eslava y Kapital.

Teniendo en cuenta lo que nos han sugerido nuestros cicerones, hemos preparado unas listas de reproducción en nuestro perfil de Spotify (visitmadrid) inspiradas en una tarde de tapas por Lavapiés, un paseo por el Museo Thyssen-Bornemisza, un día de compras en Malasaña y una noche de fiesta en Madrid. Podrán oírse en el embarque, despegue, aterrizaje y desembarque en los aviones de Iberia Express hasta finales de año.