Si el corazón es el lugar en el que resuenan las emociones, el corazón de Madrid es el Teatro de la Zarzuela. La risa, el llanto o la denuncia se han cantado a viva voz bajo la lámpara de este mítico escenario. Ahora una visita musicalizada recorre su historia desde 1856, año de su fundación.
El día de su cumpleaños, la reina Isabel II, asistía a la primera función de este templo del mal llamado “Género Chico”. Desde entonces más de mil obras se han estrenado sobre su escenario, tal vez el más querido por los madrileños. Hoy la zarzuela es un espectáculo de minorías, pero hacía furor entre nuestros mayores, para ellos representaba algo muy parecido a lo que el musical es para nosotros. Recuerdo que mi abuela me contaba que de joven, siempre que venía a Madrid desde Valladolid o Córdoba, se acercaba a este teatro. «Pusieran lo que pusieran», era algo que debía hacerse para sentirs de verdad en la capital. Y esto lo explica muy bien esta visita guiada, titulada ¡Arsenio, por compasión!, que puede hacerse los días 24, 25, 26 y 30 de enero, y 1, 2, 7, 8 y 9 de febrero. No se trata de un paseo por el edificio, es más bien un viaje en el tiempo, de una hora de duración, en la que se van interpretando fragmentos muy populares de zarzuela, mientras se cuenta su impacto en la sociedad de antes. En definitiva, zarzuela para dummies, para los que no conocemos en profundidad este maravilloso y a veces, injustamente olvidado, teatro musical.
Esta visita, en realidad una breve zarzuela itinerante que se pasea por el vestíbulo, el ambigú, los palcos y el patio de butacas, ha sido dirigida por Enrique Viana e incluye, entre muchas otras piezas Ay, mi morena o el Vals de la bujía (mi favorita). En el reparto, Ruth Iniesta (soprano), Enrique Sánchez (barítono), Imma Ochoa (mezzosoprano) e Iván Luis (tenor), todos excepcionales, llevan al público a un espacio delicioso, en el que la zarzuela se tocaba por un lado con la Ópera, por otro con el Music Hall y también con la música popular española. En un momento dado, incluso Ruth Iniesta da unos pasos de claqué e Imma Ochoa toca las castañuelas.
Creo que voy a repetir la visita y además, ahora tengo tantas ganas de escuchar zarzuela, que ya he comprado un par de entradas para ir a ver La reina mora y Alma de Dios, que están en cartel hasta el 10 de febrero.