Mercado de San Antón

Mercado de San Antón

Ayer salí por Madrid de compras, pero no a comprar ropa o tecnología. Fui de compras gourmet, que son las que más me gustan y con las que más disfruto, y para ello escogí un lugar que me enamora: el Mercado de San Antón en el barrio de Chueca.

Tengo que reconocer que ir al mercado, más que una necesidad para luego poder cocinar, es por sí un puro placer. Pasearme por los puestos donde se exhiben los diferentes productos, perfectamente colocados, alineados, llenos de color y frescura… Uno tiene que hacer un verdadero ejercicio de autocontrol para no llevarse todo.

Puestos del Mercado de San Antón

Puestos del Mercado de San Antón

A la hora de hacer la compra recomiendan ir con una lista con aquellas cosas que necesitas, y no salirse de ella. Pero yo recomiendo todo lo contrario, mi consejo es ir al mercado sin prisas y disfrutar a tope. Dejarse seducir por los aromas y la estética de los diferentes puestos: la pescadería, la carnicería, las frutas y verduras, los embutidos, quesos, aceitunas, panes… la vinoteca. Relacionarse con el pollero que, sin duda, es el que más sabe de aves y te puede recomendar unos pichones de sangre o una pintada (gallina de Guinea). Nadie mejor que el pescadero para recomendarnos qué nos ofrecen las mareas, o el frutero para ponernos al día de las temporadas. Por ejemplo: fresas tienes todo el año, pero en temporada son mucho más sabrosas y a menos de la mitad de precio.

Yo fui al Mercado de San Antón en la calle de Augusto Figueroa esquina con Libertad. Lo que originariamente, en el siglo XIX, era un mercadillo callejero, en 1945 pasó a ser el célebre mercado. Vivió unos época de decadencia en los años 90, pero en 2011 volvió a abrir sus puertas reconvertido en uno de los mercados más modernos y emblemáticos de Madrid, con una oferta puesta al día que a mí me enamora.

En el puesto de Octavio. Mercado de San Antón

En el puesto de Octavio. Mercado de San Antón

Me cité con Verónica, una atractiva presentadora de la televisión china, quien lidera un programa sobre viajes llamado Mis vacaciones del año, que trata de las vacaciones de una mujer empresaria que visita Madrid. Verónica quería grabar una pequeña clase de tapas en mi restaurante dASSA bASSA para mostrar a su audiencia (200 millones de personas), pero antes no podía perder la oportunidad de llevarle al mercado y enseñar así al público chino uno de los principales activos de España.

Sin ningún tipo de prisa diseccionamos cada uno de los puestos. El que le pareció mas atractivo fue la charcutería, donde, gracias a mi amigo Octavio, descubrió las bondades del cerdo ibérico y los quesos nacionales. En Carnicerías Lalo cuentan con ganadería propia que pasta en Navafría, en la Sierra Central, zona famosa no sólo por su cordero lechal sino por su ternera Pastuenca (la zona la conozco perfectamente ya que la sobrevuelo con mi ala delta).

Entre frutas y verduras. Mercado de San Antón

Entre frutas y verduras. Mercado de San Antón

En Viena La Baguette, con 120 años de historia, mi amigo Paco Fernández, nos agasajó con un surtido de panes artesanos de masa madre y harinas de primerisima calidad. En la frutería compramos, entre otras cosas, tomates corazón de buey y tomate raft, que los degustamos después en dASSA bASSA para poder hacer una cata comparativa de tomate de temporada. La clase de tapas fue muy agradable y, una vez más, me sentí súper orgulloso de los productos que nos ofertan nuestros mercados. Verónica se quedó fascinada de nuestra riqueza, y seguro que sus espectadores también.

Clase de tapas en dASSA bASSA

Clase de tapas en dASSA bASSA

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