Además de las tres grandes pinacotecas del Paseo del Arte (Prado, Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza), en Madrid hay otros museos que merece la pena visitar con calma y entre las que sin duda se encuentran los que dependen del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: colecciones de artes decorativas, arqueología, etnografía, antropología y casas históricas que sirven para narrar la historia del país y también de la ciudad. Reunidos en tres itinerarios distintos que recorren diferentes partes de la ciudad (Retiro-Colón, Argüelles-Ciudad Universitaria, y zona centro), pueden visitarse de forma aislada (3 €: entrada a un museo) o conjunta (8 €: entrada a cuatro museos; 16 €: entrada a 8 museos) como nos propone la guía Nuestros museos, que puedes descargarte aquí.
Casas y palacios por el centro
El Museo Cerralbo, el Museo del Romanticismo y el Museo Sorolla no sólo exhiben interesantes colecciones de pintura, mobiliario y objetos de la vida cotidiana sino que también son en sí mismos una obra de arte. Como si fueran viejos daguerrotipos estas casas evocan la atmósfera de otro tiempo. El palacete del Marqués de Cerralbo, preservado tal cual lo dejó Enrique Gamboa y Aguilera tras su muerte en 1922, ganó el premio Europa Nostra en la categoría de Conservación de Patrimonio en el año 2008 y es un reflejo exacto del Madrid de la Belle Époque. Mientras tanto el Museo del Romanticismo, creado por Benigno de la Vega Inclán en 1924, propone un viaje a la primera mitad del siglo XIX, a través de la literatura y la política. Y el Museo Sorolla es el estudio y la casa del pintor valenciano y conserva la más importante colección de obras del artista. Sin duda son una visita imprescindible para aquellos que quieran conocer la historia íntima de la ciudad, la que pasaba a puerta cerrada tras los balcones de las calles de Madrid.
Del Retiro a Colón
Un recorrido más didáctico es el que propone el Museo de Artes Decorativas, el complemento perfecto a las casas-museo. Ordenado tanto por estilos como por técnicas y materiales, la colección incluye piezas de cerámica, orfebrería, cristal, tejido y mobiliario y además recrea diferentes atmósferas, entre las que destaca una cocina valenciana del siglo XVIII, cubiertos por 1.536 azulejos con muestran escenas del día a día. Muy cerca, si vamos hacia el sur, se encuentra el Museo Nacional de Antropología que nos propone conocer la diversidad cultural del ser humano a través del tiempo y del planeta con objetos que aluden a los ritos, la religión, el juego y las distintas formas de vida en general. Y en el mismo eje, si vamos hacia el norte, está el Museo Arqueológico Nacional, que traza la historia de España desde mucho antes de que se conociera como España con piezas prerromanas, romanas, cristianas, hispanoárabes y de la Edad Moderna. Entre las obras más conocidas está la escultura íbera de Dama de Elche y el tesoro de Guarrazazar, un conjunto de coronas votivas visigodas. Además tiene unas salas muy completas dedicadas a la prehistoria, Egipto y Grecia.
De Argüelles a Ciudad Univesitaria
Desde el Museo Cerralbo es muy agradable acercarse dando un paseo por el Parque del Oeste a la zona de Moncloa, donde se encuentran dos museos especializados únicos en España: El Museo de América, ubicado en un extraordinario edificio que recrea la arquitectura de las misiones franciscanas que se levantaron al otro lado del Atlántico, que tiene unos fondos excepcionales que incluyen objetos etnográficos, científicos, obras de arte procedentes del Real Gabinete de Historia Natural, y el Museo del Traje, que presenta la evolución de la moda desde el siglo XVIII hasta la actualidad a través de una cuidada selección de prendas y complementos.
Tres rutas por Nuestros museos, como subraya la guía que ha publicado el Ministerio de Cultura, porque son nuestros, de todos, y porque son los que mejor nos retratan a lo largo del tiempo y del espacio, en nuestras similitudes y semejanzas. Tres rutas que evidentemente no pueden hacerse en un solo día y que son una buena razón para quedarse mucho más tiempo en Madrid, como sugiero a todos los amigos que vienen por primera vez a visitarnos.