Haz turismo invadiendo un país proponían con mucho sarcasmo los Celtas Cortos allá por 1990. Más de veinticinco años después os recomiendo una manera mucho más pacífica de hacer turismo: correr el EDP Rock’n’Roll Madrid Maratón & ½.
El maratón de Madrid es una prueba dura por la altitud de nuestra ciudad y por su perfil rompepiernas, pero cuenta con uno de los recorridos más bonitos de Europa (y con el público más entusiasta, animado por las bandas de rock que amenizan la carrera). Toma nota para que, mientras sufres, disfrutes al mismo tiempo de todos los encantos de Madrid.
LOS PRIMEROS KILÓMETROS
El comienzo del maratón no puede ser más madrileño: la plaza de Cibeles, donde puedes disfrutar de su famosa fuente y del espectacular Palacio de Cibeles. La que es ahora sede del Ayuntamiento de Madrid, obra del arquitecto Antonio Palacios, es, junto a la fuente de la diosa y a la Puerta de Alcalá –que podrás ver mirando hacia arriba a la derecha nada más salir–, uno de nuestros monumentos más fotografiados.
Tras el pistoletazo de salida, los primeros siete kilómetros te permiten contemplar –mientras empiezas a sudar en una ligera cuesta arriba– la Biblioteca Nacional (600 m), la Plaza de Colón (700 m), el estadio Santiago Bernabéu y las Torres Kio.
VOLVIENDO AL CENTRO
Tras dejar a tu derecha las espectaculares Cuatro Torres Business Area (km. 6,6), que te hacen sentir como una hormiguita por sus más de 200 metros de altura, giras y, tras pasar por el punto más alto del recorrido (732 metros en el km. 7), recorres la calle Bravo Murillo (que este año ha acogido los desfiles del Carnaval) hasta la siempre concurrida Glorieta de Cuatro Caminos (km. 10,3).
Poco después, y a mano derecha en la bajada hacia Nuevos Ministerios, no te pierdas otro espectacular edificio de Antonio Palacios: el Hospital de Jornaleros (km. 10,5), actual sede de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Las piernas ya están a tono y tras cruzar (km. 11,4) el paseo de la Castellana se vuelve hacia el centro de la ciudad. En este tramo llaman la atención el palacete que alberga el Museo Lázaro Galdiano (km. 13,4), con obras de Goya, El Greco, Zurbarán y el Bosco; el Palacio de Bermejillo (km. 14,1), sede del Defensor del Pueblo; los bellos edificios residenciales de principios del siglo XX de las calles Almagro y Santa Engracia (km. 14,2 al km.16) y los Teatros del Canal (km. 16,5).
CON EL MÓVIL EN LA MANO
A partir de aquí, si eres de los que corres con móvil, tenlo siempre a mano, porque te vas a hartar de hacer fotos. La carrera se adentra, tras bajar por la calle San Bernardo –que separa los barrios de Conde Duque y Malasaña–, en el centro de la ciudad. Pasas por la Gran Vía, la plaza de Callao (con el famoso anuncio de Schweppes), la comercial calle Preciados y llegas a uno de los puntos claves de la carrera: la Puerta del Sol (km. 18,8). Allí los gritos y aplausos del numeroso público congregado te ponen la moral a mil y te permiten afrontar con optimismo los siguientes kilómetros. Más aún cuando veas la Plaza de la Villa (km. 19,6), la Catedral de la Almudena (km. 19,9), el Palacio Real (km. 20), el Senado (km. 20,3) y la Casa Gallardo (km. 20,7).
HACIA EL PULMÓN DE MADRID
Tras pasar el medio maratón en la conocida calle Ferraz, giras para atravesar (dejando el Teleférico a tu izquierda) el Parque del Oeste (del km. 23 al 24). Una reconfortante bajada que te lleva a una larga recta de casi dos kilómetros en la que te tienes que fijar en la Ermita de San Antonio de la Florida (km.25) con sus espectaculares frescos de Goya) y en la estación de Príncipe Pío (km. 25,7). En la Glorieta de Príncipe Pío el ambiente también es de los buenos, con un pasillo humano que te hace sentir como Alberto Contador en los finales de etapa del Tour. Tras una rápida bajadita llegas a Madrid Río, el gran parque que discurre a lo largo del Manzanares, y te adentras en la zona más verde de la ciudad, la Casa de Campo.
Cuatro kilómetros (km. 26 al 30) de aire fresco para recargar tus pulmones y disfrutar de su lago y de sus paseos arbolados. Al salir de la Casa de Campo, una cuesta corta, pero dura, te hace resoplar, pero… no te rindas, porque la gente anima a rabiar en este punto y poco después puedes disfrutar, bajando por la Avenida de Portugal (km. 30), de una de las mejores vistas de la ciudad.
EMPIEZA LO BUENO
No te voy a engañar: a pesar de lo bonito del recorrido, los kilómetros ya pesan y es que ahora es cuando comienza la carrera de verdad. Tras cruzar el Manzanares (km. 32 cota mínima de la prueba, a 572 metros) por el puente de San Isidro (dejando a mano derecha el estadio Vicente Calderón), bordeamos el río por el paseo de la Virgen del Puerto hasta llegar al Puente de Segovia (km. 33,6). Poco después, llega, para mí, el momento más duro del Mapoma: la cuesta de la Calle Segovia. Son sólo 200 metros, pero te dejan las piernas a tono para los 9 kilómetros restantes, que, salvo raros descansos, pican hacia arriba (especialmente en el tramo entre la Glorieta de Pirámides y la de Embajadores).
Lo bueno es que ahora (km. 36,3) el recorrido se llena de arte. Posiblemente tu objetivo principal sea respirar acompasadamente y dar una zancada tras otra, pero si vas moderadamente bien, no puedes evitar fijarte en La Casa Encendida (km. 36,2), el Teatro Circo Price (km. 36,3), el Museo Reina Sofía (km. 37), la estación de Atocha (km. 37,1), el Real Jardín Botánico (km. 37,4, el CaixaForum Madrid (a tu izquierda), el Museo del Prado (km. 37,8), la fuente de Neptuno (km. 38), el Museo Thyssen-Bornemisza (km. 38,1) y, de nuevo, la Cibeles y el Palacio de Cibeles (km. 38,5).
EL GRAN FINAL
¡Ya no queda nada! Al llegar otra vez a Colón, se gira a la derecha por la calle Goya. Los últimos kilómetros recorren el elegante barrio de Salamanca, con sus tiendas de lujo y casas señoriales. Justo antes de llegar al Parque de El Retiro, a tu derecha, puedes observar la Casa Árabe (km. 41,6), un bello edificio neomudéjar que te da la bienvenida a la apoteosis final: los últimos 500 metros por el paseo de Coches del Parque de El Retiro (que durante mayo y junio acoge todos los años la famosa Feria del Libro), donde vuelas, entre los gritos de ánimo del público, hacia la meta.
¡Ya lo has logrado! ¡Enhorabuena! Tras reponer fuerzas, quizá te apetezca soltar un poco las piernas mientras recorres el parque. No te olvides de visitar la Rosaleda, la famosa estatua del Ángel Caído, el Palacio de Cristal y el estanque. Si no, no pasa nada, ¡en Madrid te esperamos con los brazos abiertos para que lo conozcas en detalle en otra ocasión!
– Más información: ver vídeo del recorrido oficial