Las calles LGTB de Madrid

Las calles son a Madrid lo que la tónica a la ginebra: su aderezo y complemento perfecto. En primavera y en verano sus plazas y aceras se convierten en el auténtico place to be. Los bares y clubes salen por la noche a pasear y las terrazas a pleno sol llevan a ebullición a la ciudad. Hoy descubrimos las calles con más ambiente del Madrid transgresor y queer. Vías, paseos y avenidas pero también escondidas callejuelas que en sus clubes, cafés y restaurantes encienden la llama multicolor de la ciudad más tolerante del mundo.

GRAN VÍA

El lugar donde todo empieza y todo acaba. El momento de compras para el outfit del fin de semana. El cuartel donde reunir a la troupe antes de una memorable noche de fiesta o donde acabarla camino a casa de la mano de tu última conquista. Entre sus rincones, a destacar son el histórico Museo Chicote y las terrazas de hoteles como el cuidado Vincci The Mint, The Principal y -ya en plaza de España- el novísimo Hotel Barceló Torre de Madrid. Sin olvidarnos de las sesiones nocturnas y citas culturales del Palacio de la Prensa, míticas tiendas como la boutique y buque insignia de Loewe o el restaurante La Primera. En los alrededores y calles aledañas, la sala Cool acoge algunas de las mejores sesiones gays de Madrid, en los alrededores de la calle Alcalá de obligado cumplimiento es visitar el Círculo de Bellas Artes o una noche de fiesta en Mondo Disko o Chá Chá The Club. La sala Boite en las inmediaciones de la calle Montera o bares como Tempo II en San Bernardo completan su oferta más moderna y gay.

Shaheko

HORTALEZA
Aunque Chueca ha dejado de ser hace tiempo el único centro omnipotente de la vida gay en Madrid y hoy es un barrio más comercial y turístico, sus calles siguen significando la historia viva de la lucha por la diversidad en esta ciudad. De entre ellas, -y sin olvidarnos de Fuencarral– Hortaleza es la vía magna por excelencia. El mítico café Mama Inés, la pionera librería Berkana, restaurantes como Saporem o el novísimo La Barra de Atún y rincones para la moda más cool como Shaheko son algunas de sus píldoras de placer. Aunque lo mejor anda escondido en calles aledañas y perpendiculares como San Lorenzo (repleto de pequeñas galerías de arte y cafés con encanto), San Marcos (recomendados quedan el bar Gris, Diurno o la neotaberna La Carmencita), Reina (da cobijo a un puñado de muy buenos restaurantes y la imprescindible coctelería Bar Cock) o Infantas (esquina con centros de la vida gay como Rik’s o Room Mate Óscar y con míticos como El Tigre que desembocan en la archiconocida plaza del Rey).

Bearbero

CALATRAVA
La arteria gay por excelencia del codiciado y carismático barrio de La Latina. Considerado ya como la escena off y alternativa para unos Chueca y Malasaña cada vez más saturados, la calle Calatrava se ha convertido en el centro de operaciones donde todo ocurre. La Sixta, El Perla, La Bámbola o el bar fetish Zaska Club son algunos de los nombres de la escena gay en el barrio. Además, en sus inmediaciones encontramos el mítico bar de la fiesta gay en los domingos madrileños El Atril en la castiza calle de La Paloma. Pero también lugares para la gastronomía muy de moda como Kiki Market o El Imparcial y para la cultura de marcado carácter LGTBI como La Juan Gallery, Bearbero o la Sala Nada.

Bar Galleta

CORREDERA BAJA Y PEZ

Las correderas (Corredera Baja y Corredera Alta de San Pablo) articulan con acierto la pretendidamente alternativa Malasaña. La Alta nos lleva derechos a uno de las zonas de bares de copas más importantes de Madrid donde La Palma es la clara vencedora. Desenfadado y liberal, sí; pero eminentemente hetero. Es la Baja donde encontramos el verdadero cotarro. La moda nos abre boca con Paco Varela, García Madrid o Lady Cacahuete. Para más tarde dejar paso a bares como Gorila o Jandro y descubrirnos la secreta Ballesta (tiendas como Kling y salas como Club Ballesta la han convertido en una de las calles de moda). Siguiendo por corredera, lugares como Bar Galleta, el Teatro Lara, Kikekeller o Espacio Mood no hacen sino confirmar la norma. Y como colofón, la plaza de la Luna con espacios tan conocidos como Josealfredo, El Lugar de Martina o Gymage, el gimansio-rooftop más gay de la ciudad. Por su parte, su gemela y paralela calle Valverde con lugares como Corazón, Salón 44 o Fábrica Maravillas. Y ya en la archiconocida calle Pez, el Teatro Alfil, la moderna peluquería Corta Cabeza y bares como Cazador, 1862 Dry Bar o El Palentino terminan de dar forma al gran tesoro de Malasaña.

El Huerto de Lucas

AUGUSTO FIGUEROA, PELAYO Y LIBERTAD

La primera actúa de pasarela entre la plaza de Chueca y alrededores (donde encontramos tabernas como El Buo de Chueca, Ángel Sierra o Palosanto y bares de copas como D’Mystic o el incombustible Black and White) y la zona más animada del barrio, donde entran en juego las calles Pelayo, San Bartolomé, Barbieri y Libertad. Allí, además de ver desfilar cada día a buena parte de la población LGTBI de Madrid, encontramos míticos de la diversión nocturna como LL Why Not, Fulanita de Tal o Delirio. Mecas gastronómicas como Celso y Manolo, Bocaíto o Barra M. Reseñables son también La Tasca de Figueroa o Mistura en la propia calle. Y ya en las vecinas (y mucho más posh) Almirante, Barquillo o San Lucas mi preferido Toni2 y rincones para foodies como El Huerto de Lucas, Pomme Sucre o Cannibal Raw Bar. Para completar, diamantes de Barquillo como la galería Juana de Aizpuru, el exquisito Hotel Only You o las boutiques de marcas como Tenkey o Barbour.

Luchana Cariño

La gastronómica Ponzano (Sala de Despiece, Muta o La Máquina) y Santa Engracia (por la apertura del club Baila Cariño y su bar-réplica en los Teatros Luchana), ambas en el renovado barrio de Chamberí, así como Jorge Juan (Club Matador, Amazónico) en el acicalado Barrio de Salamanca, son otras calles de moda donde a menudo también se encuentra el rollito más gay y el ambiente más cosmopolita de la ciudad.