El 9 de noviembre es el día de nuestra patrona, la Virgen de la Almudena. Y para celebrarlo no se nos ocurre nada mejor que degustar el dulce que lleva su nombre. Nuestros amigos de El Riojano nos han dado la receta.
Por San Isidro, rosquillas. Y para honrar a nuestra patrona, deliciosas coronas rellenas. Se acerca el 9 de noviembre, fiesta de nuestra patrona, y los escaparates de las pastelerías se llenan de un dulce que, aunque lo pueda parecer, no, no es un Roscón de Reyes. Ni se hace con agua de azahar ni lleva fruta escarchada por encima ni los orígenes son los mismos. Pero, ¡qué buenas están! Eso sí, con una basta, que una corona no tiene nada que ver con los buñuelos y huesos de santo que aún se pueden degustar estos días.
Este ya tradicional dulce no lleva mucho tiempo formando parte de nuestras vidas. La Virgen de la Almudena es también la patrona del Gremio de Pasteleros de la Villa, que decidió convocar, allá por el año 1978, un concurso para crear un dulce en su honor y, de paso, convertirlo en un indispensable en el imaginario goloso de los madrileños. De esta forma nació este bollo redondo, estilo rosca, que, todo hay que decirlo, no tuvo mucho éxito al principio, aunque hoy llegan a venderse hasta 300.000 en cuestión de solo unos días.
Quizás antes de comprar una haya que acercarse hasta la Catedral de la Almudena para ver de cerca la imagen de nuestra patrona. Es de estilo gótico tardío y fue realizada, posiblemente, entre los siglos XV y XVI. Representa a María como reina con una túnica rojiza y un manto que cubre sus hombros y cae en pliegues por delante. Reposa en un trono de plata barroco, de la época de Felipe IV, y sostiene al Niño, desnudo, con ambas manos.
Pero no es esta la primera imagen que tuvo Madrid de su patrona. Según la tradición, la talla de Santa María de la Real de la Almudena, que anteriormente había sido denominada como Santa María la Mayor, fue encontrada en el año 1085 durante la conquista de la ciudad por el rey Alfonso VI de León en uno de los torreones adosados a la muralla árabe, cerca de la Puerta de la Vega. Hay quien dice que fue traída en el siglo I desde Jerusalén por el apóstol Santiago y su discípulo san Calocero e instalada en una pequeña capilla. Pero de ella hoy nada se sabe.
Después de visitar la Catedral una buena idea es pasarse por El Riojano (Mayor, 10), expertos en hacer coronas de la Almudena. Toca elegir. “Lo más habitual es que estén rellenas de crema pastelera, pero también las hacemos con nata, trufa y cabello de ángel”, nos comentan mientras colocan sobre una de ellas la figurita de la Virgen con la que van rematadas. ¡Hay que probarlas! O, tal vez, lanzarse a la aventura e intentar hacer una en casa. Estamos de suerte, de esta centenaria pastelería, inaugurada en 1855, hemos salido con la receta en la mano.
LA RECETA
Ingredientes:
1 kilo de harina
200 gr de azúcar
200 gr de mantequilla
Dos huevos
350 ml de agua
10 gr de sal
40 gr de levadura
50 gr de almendras
Elaboración:
Se mezclan primero los ingredientes líquidos y, a continuación, se añade todo lo demás: azúcar, mantequilla, harina, sal y levadura. Amasar bien hasta conseguir una pasta uniforme y elástica, que habrá que dejar reposar durante media hora. Posteriormente haremos un bollo en forma de rosca, que tendrá que fermentar a 40º durante dos horas antes de bañarlo en huevo y decorar con almendra fileteada (50 gr) y azúcar en grano. Una vez preparado lo metemos en el horno a 180º hasta que alcance un color dorado (unos 20 minutos). Dejamos enfriar para, después, cortarlo por la mitad y emborracharlo en almíbar ligero (50% agua y 50% azúcar). Como colofón, rellenar con nata, crema pastelera o trufa (400 gr).